#Opinión: Columna de Julio César
Castellanos @rockypolitica
Naguanagua y San Diego: Víctimas de
la Centralización
Los municipios más exitosos de Carabobo han sido Naguanagua y
San Diego, lo que antes eran localidades periféricas de Valencia, lograron
mediante gobiernos locales dotados de autonomía financiera y de gestión
transformarse en polos atractivos para el desarrollo comercial e industrial,
además de un importante crecimiento urbanístico. Pero atrás quedaron los
gobiernos promotores de la descentralización, atrás quedó el esfuerzo de la
Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) durante las gestiones
de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez, ahora y desde hace 20 años, solo es
evidente la recentralización.
Pude conversar con dos luchadores sociales de estos
municipios para conocer de primera mano las dificultades que enfrentan. Carlos
Andrés Millán, de Naguanagua, y Manuel Ibrahim Pinto, de San Diego, me
demostraron los entretelones de su dura lucha de activistas sociales y la
lamentable realidad que ha dejado la destructiva “Revolución”.
En Carlos Andrés Millán aplica aquello de “de tal palo tal astilla”;
hijo de Freddy Millán, Secretario General de AD en Naguanagua y, a su vez,
padre del ex Secretario Juvenil Seccional de AD y hoy emigrado politólogo
Carlos “Carlitos” Millán; es un activista que recorre Naguanagua de norte a sur
sin miedo a decir la verdad. Al preguntarle por los problemas de los
naguanaguenses me informa que “Naguanagua
se ha deteriorado, al igual que la calidad de vida de sus habitantes,
tenemos problemas de toda índole, como
los servicios públicos colapsados, las cloacas corriendo por las calles de
diversos sectores y los malos olores es el día
a día de los
naguanaguenses. No contamos con servicio
de agua potable y cuando Hidrocentro manda el líquido por las tuberías, ésta es una agua putrefacta
no apta para consumo humano, los vecinos ingieren el vital líquido de pozos
artesanales que la gente se encargó de abrir en los patios de sus casas; por
otro lado los camiones privados de agua potable cobran altos precios en dólares
por el servicio que prestan.
Asimismo, Millán me indica que “las carpetas asfálticas están
muy deterioradas, de tal forma que Naguanagua parece una zona de guerra. A esto
también se une la problemática del gas doméstico, la inseguridad la vivimos a diario, no contamos con un
organismo competente que garanticen el libre tránsito de los ciudadanos en los
diferentes sectores populares porque el hampa nos tiene azotados, y cuando no
es el hampa, es la policía que monta alcabalas donde mejor le parece para
extorsionar a los ciudadanos que transitan en cualquier vehículo automotor,
cuando por ejemplo les hace falta un documento o tienen vencido el certificado médico o la licencia para
conducir lo que viene es matraca segura. De modo que se necesita urgente un
verdadero equipo de profesionales con sensibilidad humana, capaz de resolver
los problemas a los habitantes y darles de manera inmediata y satisfactoria una
solución”.
Cuando Millán me habla de las dificultades de sus vecinos
noto su intensa preocupación, desde su perspectiva “la actual gestión de
gobierno es nefasta, porque no ha cubierto las expectativas ansiadas y
necesarias de las diferentes comunidades del municipio, entre los que puedo
nombrar: los servicios básicos como el agua, el aseo urbano, la energía
eléctrica, el gas doméstico, el mantenimiento de las redes de aguas servidas,
la falta de transporte público, el alumbrado de diferentes plazas y sectores
desasistidos desde hace mucho tiempo. Todos piden a gritos la ayuda y presencia
de los organismos competentes para
plantear la problemática de su barriada, tenemos sectores como la Comunidad
Brisas de Carabobo la cual está en total abandono, la zona de Tarapio que se inunda cuando cae
una lluvia y la gente tiene que pasar a pie por esas aguas porque las
alcantarillas están tapadas desde hace mucho tiempo dado que no se le hacen el
respectivo mantenimiento, así como también, está el deterioro de las calles y
la peligrosidad hasta para ir al Hospital Carabobo, eso es una boca de lobo por
la falta de alumbrado, hace tiempo era uno de los mejores hospitales de la
ciudad y actualmente se encuentra en un estado deplorable, el Psiquiátrico de
Bárbula da tristeza por su desolación, cuando hay tantos pacientes deambulando
por diversas calles y avenidas y que necesitan tratamiento urgente, aunado a
esto el estado de abandono de la Universidad de Carabobo a la cual nosotros los
naguanaguenses le tenemos un alto respeto y estima ya que muchos de los
estudiantes que no vivían en Naguanagua llegan al municipio para iniciar una
carrera superior y muchos, una vez
egresados, se quedaron viviendo aquí, por eso la vinculación que existe
con nuestra Universidad Centenaria. Esta situación duele mucho, la universidad,
aparte de que está cerrada por motivos de la pandemia, la vemos bajo la más
absoluta desidia. Por otro lado tenemos el sector de las Trincheras el cual
está en completo abandono. Hay denuncias de que la labor de las cuadrillas
"Carabobo te quiero", asignadas para realizar el corte de la maleza
de calles y avenidas, que está muy bien pero, una vez realizado el trabajo,
queman ese monte lo que, obviamente, trae como consecuencia contaminación
ambiental lo que perjudica la salud de los ciudadanos que viven cerca...y así
la lista sigue debido a la negligencia e incompetencia de los organismos
encargados para atender a la ciudadanía. Tal parece que nos gobiernan como si
el alcalde estuviera de paso, como viviendo en una habitación de un hotel, en
vez de ser un vecino con historia y raíces en esta tierra”.
Al irme a San Diego, recorro la variante y la Av. Julio
Centeno y recuerdo que hasta hace poco este era un municipio considerado
ejemplar para todo el país. Tiempo pasado. Me entrevisto con Manuel Ibrahim
Pinto, dirigente local de San Diego y me informa con pelos y señales diciéndome
“la lista es larga compañero, siéntese, en San Diego falta el suministro de gas
doméstico, tenemos continuos cortes eléctricos y penurias por falta de alumbrado,
inexistencia de mercados populares a precios solidarios, sufrimos el
desmantelamiento de la red telefónica e
Internet, hay irregularidad en el suministro de agua y la misma cuando llega
está en condiciones insalubres, la policía municipal fue confiscada por el
gobierno nacional-regional y responde a sus propios intereses golpeando con el
matraqueo a todo el mundo, en especial, a la economía informal que solo vende
algo para poder comer. Aquí tenemos un gobierno de la alternativa democrática,
pero atados de pies y manos con un Concejo Municipal servicial al gobierno
nacional que niega el presupuesto y competencias a la alcaldía, esta parálisis
institucional hace que no se haga nada frente al drama que vive la gente. He
tenido que ver a vecinos de San Diego hurgando en la basura tratando de encontrar
algo que comer; consecuencia de políticas desacertadas que destrozaron el aparato productivo,
impulsaron una altísima inflación consumiéndose el ya paupérrimo salario del
Venezolano”.
Es sorprendente como la destructiva acción del chavismo
incluso pudo afectar tan profundamente la solidez del desarrollo de Naguanagua
y San Diego. Pero de nada valen las lamentaciones, la página ya pasó. Quizá los
vecinos de Naguanagua y San Diego tuvieron buenas experiencias con anteriores
referentes políticos, hoy esa realidad fue borrada por el presente de desidia
roja. No obstante, estos buenos amigos que me mostraron la realidad local son,
respectivamente, los Secretarios de Asuntos Municipales de Acción Democrática
en Naguanagua y San Diego, su trabajo demuestra que hay nuevos referentes,
nuevos liderazgos capaces de demostrar que estos municipios tienen más futuro
que pasado. El compromiso con Naguanagua y San Diego está allí y solo espera
recibir el testigo.
Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica
Los
conceptos emitidos por nuestros columnistas son de su exclusiva
responsabilidad; sus columnas son publicadas, en estricto apego y respeto a la
libre expresión ciudadana.

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