Columna de Rafael Rodríguez Olmos
Contradicciones de la crisis
El Metro. Inaudito
que en una ciudad como la Gran Valencia de un millón de habitantes, el metro se
haya vuelto inoperante. Nada allí sirve,
solo la voluntad de sus trabajadores para mantenerlo funcionando. Atracos,
robos, incluso secuestros se viven a diario. A los “gusanos” se le debió incorporar
dos vagones más que están llegando desde hace cuatro años, de acuerdo a voceros
oficiales en varias declaraciones a los medios de comunicación, pero nunca han
llegado, y con la crisis, menos llegarán. El hacinamiento ya es de pronóstico
reservado. ¿Caos? Permanente, frenado en algunos casos por la ecuanimidad de
algunos usuarios. Las estaciones se llenan y los usuarios deben esperar hasta
media hora por un tren. Todo está mal en el metro de Valencia y de seguro en
todos los metros del país. El descontento laboral es una sumatoria. Retraso en
los pagos, salarios miserables, cero incentivos y paremos de contar. “no hay
dinero para reparaciones ni importaciones y este gobierno no quiere entender
que no puedes sostener una vaina de transporte cobrando 4 bolívares”, me dijo
un directivo en Valencia. Si, 4 bolívares cuesta el pasaje, Bolívares de los
viejos, es decir, 0,004 de los de ahora. De inmediato me pregunté qué carajo
cuesta 4 bolívares, Y me volví a preguntar ¿cómo carajo no va a ser un caos el
metro?
Deserción. Un cuaderno cuesta 1.500.000, un lápiz
200.000, una cartulina 200.000, una caja de creyones de los malos 1.000.000,
una hoja de examen 40.000, una hoja de resma 5.000, una resma de papel hasta
3.000.000, un par de zapatos baratos, de 10.000.000 arriba, una franela de
liceo 200.000, unas pantaletas de 400.000 en adelante, unos sostenes de 500.000
en adelante. Pagar la boleta de
calificaciones en un liceo público cuesta 50.000. De manera preocupante los
barrios comienzan a llenarse de muchachos que no van a la escuela porque no
tienen zapatos; y además, reaparecen colectivizadamente los embarazos en niñas
de hasta diez años. En los hospitales de Valencia han muerto más de diez niñas
de entre 12 y 14 años por partos prematuros. El tema del sexo se ha hecho
incontrolable en escuelas y liceos, venta de drogas y delincuencia. Es un
fenómeno extremadamente angustiante, cuyas secuelas veremos en la próxima
década,
Malagradecidos.
Este domingo estuve con un amigo visitando a unos parientes de él en Fundación
Valencia II, urbanización de la clase media valenciana cuyos habitantes están
empeñados en ser godos, como todos los valencianos. Justo en ese momento,
llegaba el jefe de la familia con una caja Clap. “Vamos a ver qué nos mandó el
maldito” dijo la esposa, prima de mi amigo, acomplejada dama que llegaba a los
60. Y comenzaron a contar: Dos kilos de leche, tres kilos de arroz, tres kilos
de granos, tres kilos de harina de maíz, un kilo de harina de trigo, dos kilos
de azúcar, dos latas de atún, un pote de salsa de tomate y un pote de mayonesa.
Todo eso costó 25.000. Hagamos cuentas a precios reales. Ese mercado a precio
de la calle cuesta 57.600.000. La señora que maldijo a Nicolás, pagó solo
25.000 bolívares, monto que no cuesta ni siquiera la caja en donde se embalaron
los productos. “Carajo prima, esa caja vino gorda” le comentó jocosamente mi
amigo. “Si claro, y ese hijueputa cree que me va a comprar con eso. Esa mierda.
Yo nunca le deseé la muerte a nadie, pero como quiero que lo maten. Menos mal
que tengo una campaña montada. Me van a dar dos carros para llevar a la gente a
votar por Bertucci”. ¿Y tú no crees que el gobierno está tratando de ayudar a
la gente a resolver la crisis con esos alimentos? Insistió mi amigo y camarada.
“No me vengas con tus mierdas chavistas. Esos son unos coñoemadres y hay que
matarlos a todos”. Tremendo nivel de odio. Bien lo decía el Che, las
revoluciones no son pacíficas.
Crisis verde. Por fin cuántos generales fueron los arrestados cuando
escapaban por el aeropuerto de Maiquetía, luego de que fueran descubiertas sus
vinculaciones con la banca. Para mí eso no es más que un pote de humo. ¿qué
general en Venezuela no está vinculado a la banca? Lo que el gobierno debería
enfrentar en la crisis de los cuarteles aguas abajo. En la soldadesca hay atracos,
robos, venta de drogas, de armas y municiones, los están despachando los jueves
porque no hay comida para darle. Así están los cuarteles. Estamos hablando de
un cuerpo de 400.000 hombres. Que haya un caos de ese bemol, debería tenernos
preocupados a todos.
¿Escapada?
Este domingo a las 11 de la mañana, el candidato Javier Bertucci, se fue a
Aruba con toda su familia en un vuelo privado a bordo del avión C-310 siglas
YV-2511. Salió por el aeropuerto internacional Josefa Camejo de Punto Fijo.
Viajaban su esposa Rebeca Barrios, los hijos Valeria y Javier, más Jhonalker
Bohorquez, un menor de edad y Wilmer Camargo. No quiere que su familia esté en
el país este domingo 20 cuando nuevamente acudiremos a las urnas. Pendejos los
feligreses que no tienen un Bertucci que les pague un pasaje, ni siquiera a
Guasdualito.

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