Columna
de @SandyAveledoL y
@luisgallog
¿Y ahora
qué viene?
Con
una abstención de poco más del 50%, se celebraron el pasado domingo 10 de
diciembre las elecciones de los 335 alcaldes del país y el gobernador del
estado Zulia. En un proceso electoral en
el que no participaron Acción Democrática (AD,) Voluntad Popular (VP,) y
Primero Justicia (PJ,) que son los partidos más importantes de la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD,) los candidatos del Polo Patriótico encabezados por el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV,) del presidente Nicolás Maduro, lograron la victoria en más de
300 alcaldías. Si bien es cierto que la abstención aumentó en poco más de un
10% comparada con la elección municipal
del año 2013, el porcentaje de participación se mantuvo dentro de los niveles
históricos recientes para los comicios municipales. Lo que sí quedó claro es
que existe una especie de desencanto con los procesos electorales, que entre
tantos problemas que padece Venezuela, no son vistos como algo que ayude a
resolverlos. Según algunos analistas la abstención afectó particularmente a la
oposición. La ausencia de los grandes partidos opositores permitió al gobierno
de Maduro la victoria en alcaldías de importantes ciudades como Maracaibo, que
estaba en manos de un alcalde de la MUD. En Carabobo, los municipios de Naguanagua y
Valencia, gobernados por alcaldes de la oposición, quedaron en manos de los
candidatos del PSUV. ¿Qué viene ahora? No es fácil predecirlo, pero esta nueva
victoria del presidente Maduro, pese a que el país sigue a la deriva, ha puesto
en serios aprietos a la oposición venezolana…
ELLA
DICE…
Ya superamos las elecciones municipales, con un resultado para nada
sorprendente. Una alta abstención y un mapa rojo. ¿Qué viene ahora para nuestro
país? Aparte que continúa el éxodo de nuestros jóvenes, cada día se debilita la esperanza de tener una Venezuela
reconciliada e inclusiva. Puede venir una luz a través de las presidenciales
2018 o un acuerdo con el llamado diálogo, pero hoy esos escenarios parecen
ingenuos.
Venezuela quiere libertad, que Maduro se
vaya por las buenas, por una negociación o por elecciones, pero mucha gente ni
siquiera quiere ir a votar.
Estamos sobreviviendo un ciclón de
miserias y desgracias. La oposición, este 10 de diciembre, sufrió otro fracaso
electoral como resultado de la falta de unidad y las peleas internas. El
gobierno obtuvo una victoria, en medio de una crisis para la que no parece
tener respuestas. Se hace urgente que el
gobierno implemente medidas para paliar la crisis hasta que los venezolanos
podamos cambiar el sistema que nos tiene empobrecidos.
En estos años los venezolanos hemos
aprendido a través del sufrimiento, ojalá que esa enseñanza nos impulse a
refundar nuestro país, fortaleciendo la instituciones que nos permitan vivir
con dignidad y no sometidos o humillados bajo las sombras de un pésimo gobierno. Algún día
@sandyaveledo2018@gmail.com @Sandyaveledo
ÉL DICE…
Parece mentira que en un país con tantos
problemas los candidatos del presidente Nicolás Maduro hayan ganado más de 300
alcaldías en las elecciones del 10 de diciembre. He leído algunos comentarios
de “analistas” y “dirigentes” de la oposición que atribuyen esa victoria al
reparto de comida y a la entrega de un bono de medio millón de bolívares por
parte del gobierno, como que si este fuese un país de vagos, aprovechadores y
mendigos. Otros líderes, también de la
oposición, argumentan que no hubo tal elección y que lo que se montó fue un
gigantesco fraude. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD,) por su parte, emitió
un comunicado alegando cosas parecidas, con eufemismos, claro está, diciendo
que “el gobierno se vale del hambre del pueblo
a través de un sistema electoral fraudulento,” es decir que los nueve millones de
venezolanos, que haciendo caso omiso al llamado de la MUD, participamos en las
pasadas elecciones somos unos muertos de hambre, o unos tontos útiles del
gobierno, o las dos cosas a la vez, porque aquí lo que hubo fue un fraude y un
grupo de electores que vendieron su dignidad por unos reales y unas bolsas de
comida.
Vistas así las cosas es fácil entender
como uno de los peores gobiernos de la historia de Venezuela se ha mantenido
por tanto tiempo en el poder y puede ganar unas elecciones en medio de una
hiperinflación y con una crisis generalizada azotando al país.
No sé qué es lo que vendrá. Algunos dicen
que para salir de la crisis tenemos que salir de este gobierno. Pero para salir
de este gobierno creo que tenemos que
salir también de ese liderazgo que se ha envejecido en la oposición alimentado
por una desmedida ambición de poder. Para
empezar por allí, debemos incluir en la Mesa de Negociación que se reanudará en
República Dominicana a representantes de
los alcaldes de la oposición que
resultaron electos y de los partidos políticos que los apoyaron pues no podemos
dejar que, en una negociación tan importante, la oposición venezolana esté
representada solamente por los pusilánimes perdedores de siempre que ya no la
representan. @LuisEGalloG

No hay comentarios:
Publicar un comentario