Columna de Eduardo Fernández
Elecciones de gobernadores
El 15 de
octubre estamos convocados los venezolanos a elegir gobernadores de estado en
los 23 estados. Hasta 1989 los mandatarios regionales eran designados por el
Presidente de la República.
En 1987 me
correspondió, en nombre de la fracción parlamentaria de Copei, proponer en la
Cámara de Diputados el proyecto de ley que ordenaba que los gobernadores fueran
elegidos por los ciudadanos de cada estado. Propusimos, adicionalmente, la
creación de la figura de los alcaldes y la transferencia de competencias del
poder central a las regiones y a los municipios. También se propusieron normas
para garantizar el traslado de recursos económicos para el financiamiento de
gobernaciones y alcaldías.
Ahora se
trata de elegir gobernadores en medio de una crisis nacional sin precedentes.
Una crisis política que amenaza la existencia de lo que queda de democracia en
Venezuela. Una crisis de gobernabilidad que conspira contra el actual y contra
cualquier gobierno futuro; una crisis económica que se manifiesta en la
inflación más alta de la región y la recesión más aguda y que se expresa
también en desabastecimiento de alimentos y de medicinas. Una crisis social que
se refleja en el crecimiento de la pobreza y una crisis moral que se expresa en
la galopante corrupción que nos agobia.
Por supuesto
que la elección de gobernadores no va a solucionar todos los problemas. Es, sin
embargo, una ocasión para dar un paso más en dirección a lograr un cambio
político en nuestro país. La abrumadora mayoría de los venezolanos sueña con un
cambio que nos permita tener más y mejor democracia, con respeto al Estado de
Derecho, con respeto a los derechos humanos, sin presos políticos y con
acatamiento a la Constitución nacional.
Un cambio
político que nos permita reactivar la económica nacional, atraer inversiones y
derrotar la inflación y el desabastecimiento.
Un cambio
político que nos permita desarrollar una estrategia eficiente para superar la
pobreza y la marginalidad. Un cambio político que nos permita ganar la batalla
de la educación, de la ciencia, de la tecnología, de la informática y de la
cultura.
Un cambio
político que permita desmontar el centralismo asfixiante y darle relevancia a
las regiones y a los municipios. Un cambio político que venga acompañado de
valores éticos y de principios para enfrentar la corrupción y el relajamiento
de las costumbres y de las prácticas políticas reñidas con la moral.
El 15 de
octubre podemos dar un paso más para la recuperación de Venezuela, de la
calidad de vida de los venezolanos y del derecho que tenemos todos de rescatar
la confianza en el futuro de nuestro país.
Seguiremos conversando
@EFernandezVE

No hay comentarios:
Publicar un comentario