Columna
de Saúl Ortega
¡La batalla es por la dignidad!
Quien puede creer que unas elecciones
parlamentarias en Venezuela podrían implicar, no solo la elección de un
parlamento, sino que con ella se da una lucha de carácter geopolítico donde
está en juego la dignidad de los pueblos de América Latina y el Caribe, el
imperio, sus líderes y aliados, no perdonan que un grupo de presidentes hayan
hundido en Mar de Plata en 2005 el proyecto político neoliberal y neocolonial,
diseñado con tanto empeño para someter a
nuestros pueblos. Estamos
hablando de la alianza de Chávez, Lula, Néstor Kirchner, Tabaré y Nicanor
Duarte, el hecho de que estos hombres, presidentes, líderes de sus pueblos
hayan decidido parar la entrega de nuestra soberanía a los grandes capitales
nacionales y trasnacionales, marcó la
historia de nuestro continente.
Actualmente está montada una operación
retrograda o de restauración conservadora para retrotraer la región a los
tiempos en los que estuvo subordinada al Fondo Monetario Internacional (FMI) y
que llevó al gran desastre, al corralito argentino y su inestabilidad política,
al proceso de inestabilidad en Bolivia o el caracazo en Venezuela; detrás de
toda esta operación está la decisión de los líderes del imperio, de allí la
búsqueda de salir por vías no democráticas de la Presidenta de Brasil, o los
intentos de derrotar electoralmente en Argentina al Kirchnerismo, o la campaña
de descredito a las instituciones venezolanas, que van desde la incursión de
naves gringas violando el espacio aéreo, pasando por una campaña de señalar al
país como un narco-estado, con operaciones de secuestro de personas por parte
la DEA en su desespero por desarrollar sus falsos positivos y acusar a nuestro
país, pero la más agresiva campaña ha sido el ataque al organismo electoral,
contando con la complicidad de actores como Eurodiputados, una comisión
encabezada por un enemigo público de Venezuela el Sr. Luis Jauregui del PSOE,
amigo personal de Felipillo González y otros del PP y luego los ataques del Sr.
Luis Almagro queriendo imponer la injerencia de la desprestigiada Organización
de Estados Americanos (OEA). Sus propias opiniones personales parcializadas lo
descalifican como acompañante electoral y a su representación y lo hacen cómplice de la operación de
violencia que los imperialistas y sus cipayos
tienen preparada en Venezuela, es el mismo esquema que utilizaron en Libia,
Irak, Afganistán y Siria, países petroleros o asociados al negocio, y ya
sabemos el papel que jugará de Almagro y la OEA justificando la violencia y
acompañando la política opositora cantando fraude.
La batalla el 6D es para garantizar la
paz y la estabilidad política en nuestro país, es para conjurar la política de
restauración conservadora que busca que América Latina y el Caribe sea de nuevo
el patio trasero de los EEUU, es por la justicia social y contra el
neoliberalismo, como nos dijo el comandante, ante nuevas dificultades más y
mejor socialismo, más y mejor revolución, lo demás es perdernos, unidad, lucha,
batalla y victoria.
Diputado Saul Ortega
Twitter:@saulortega5

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