Columna de Antonio Ecarri Bolívar
Tres Fundaciones Frente al 2016
El pasado 27 de octubre, acepté la invitación formulada por tres
instituciones del mayor prestigio: la Fundación Arturo Uslar Pietri, la
Fundación Alberto Adriani y el Centro de Políticas Públicas Ifedec, que se han
dedicado a estudiar los problemas nacionales y presentar soluciones a corto,
mediano y largo plazo. Allí dieron a conocer el proyecto “Frente al 2016”. Me
pareció pertinente abrir un paréntesis, al pragmatismo de esta dura campaña
electoral, para pensar en el futuro inmediato, es decir, en lo que debería
hacer la alternativa democrática de cara al próximo 2016 y a los años
siguientes.
El portavoz de la propuesta fue el Dr. Eduardo Fernández, uno de los líderes
venezolanos que forma parte, qué duda cabe, de los mejores activos de la
alternativa democrática. Valga un paréntesis para decir que al Dr. Fernández le
ocurre, como afirma Jesús María Sanguinetti, lo que a los políticos en general:
“igual que a los remeros de los viejos galeones españoles, quienes llevaban
palo para remar y palo para dejar de remar”. En efecto, cuando Eduardo, con la
mayor de las valentías, se solidarizó con el gobierno legítimo de Carlos Andrés
Pérez frente a la infamia del golpe de estado, lo criticaron hasta el
linchamiento moral. Cuando Eduardo, ahora, propone la necesidad de un
entendimiento para evitar una confrontación inútil, pues también lleva palo por
no contribuir a exacerbar los odios iniciados por los vientos que trajeron
estos lodos.
En el documento, presentado por Fernández, se propone buscar un amplio
consenso nacional sobre la base de una agenda compartida que tiene cuatro
objetivos: 1. Fortalecer las instituciones democráticas conforme con los
principios de la Constitución vigente. 2. Reactivar la producción nacional y el
empleo. 3. Desarrollar un amplio programa social y 4. Promover una política de
reconciliación nacional.
Dicho así, todos estamos de acuerdo. Sin embargo, creo pertinente plantear,
por esta vía, una inquietud. En ese documento se afirma que: “en el modelo
actual la palabra clave es el control, en el que presentamos es la confianza”.
Estamos de acuerdo con generar confianza, es la palabra clave; sin embargo,
cuando se dice que el actual modelo “controla” eso no es exacto, porque este
gobierno no controla nada, sino que ha dejado por la libre a unos delincuentes
que han hecho de la importación de bienes y servicios un lucro vulgar y
corrupto, quienes aliados a una parte del sector financiero han hecho de las
suyas en la más grande especulación y robo de que se tenga memoria en
Venezuela.
La preocupación viene a cuento, porque si la idea es quitar controles para
que haya mayor libertad económica de unos depredadores que van a esquilmar los
salarios y las conquistas de los trabajadores, en ese caso, jamás estaríamos de
acuerdo los socialdemócratas. El modelo comunista fracasó, Dr. Fernández, pero
el modelo neoliberal rabioso de la desregulación también se hizo añicos durante
la crisis mundial del 2007, cuando una burbuja financiera obligó, al país más
liberal del mundo, a producir la intervención estatal más agresiva de la
historia norteamericana y así impedir la ruina de una clase media que sostiene
a esa nación y fue estafada de manera inmisericorde por aquella inmoral
burguesía financiera.
Lo bueno del evento, de las tres Fundaciones, es que nos invita a abrir un
debate, en el seno de la alternativa democrática, que nos indicará cuál es el
mejor camino por dónde queremos conducir a Venezuela para salir del atolladero
en el que va a quedar al salir de esta pesadilla. Sigamos buscando votos, pero
sin dejar de pensar en el modelo sustituto de esta regresión histórica.
Felicito a los organizadores del evento “Frente al 2016”. Activar sin dejar de
pensar, debe ser la consigna.

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