Colas, Leyes y Cambio
Por Douglas Zabala
La cola que no
me voy a pelar será la del 6 de diciembre, dice el ultimo que coleao no está,
en esta larga cola pá comprar dos pollitos brasileños, un kilito de leche
nicaragüense y un paquetico de azúcar boliviano. Y así ha de ser, porque en ese
primer domingo decembrino, habrá que echar el resto para lograr una mayoría
contundente de parlamentarios comprometidos con el país; para de esa
forma iniciar la titánica tarea de desmontar esta melcocha legislativa, llena
de excesivos controles y medidas expropiatorias, montada por los salientes
diputados del Psuv, los únicos responsable de haberle permitido a Maduro el
caos y la falta de comida en la mesa de quienes pasamos el día de cola en cola.
Ya desde la gran
alianza nacional un equipo multidisciplinario, junto a los candidatos a
Diputados de la unidad, ha ido preparando la oferta legislativa que se
pondrá en ejecución, en aras de lograr una mejor calidad de vida. En este
sentido se someterá a discusión para su futura aprobación, proyectos de
leyes o reformas de leyes en áreas como la alimentación; de manera que
las nuevas normativas faciliten la distribución de productos esenciales,
además de reformar o derogar normas que dificultan la circulación de bienes
como La Ley de Seguridad Agroalimentaria y la Ley de Precios Justos.
La futura
bancada parlamentaria por el cambio, en primer término promoverá la Ley de
Abastecimiento Pleno. Su objeto, tal como lo han previsto los
especialistas en la materia, será eliminar trabas y facilitar trámites que
obstaculizan la circulación de bienes como guías de movilización, certificados
de no producción, renovación de registros y mecanismos de compras restringidas.
Igualmente establecer temporalmente incentivos para la importación de rubros
como alimentos, medicamentos y productos de aseo personal, tales como la
exoneración de aranceles, IVA sobre las importaciones y la catalogación de
rubros prioritarios en la asignación de divisas.
En el 2008, el
gobierno del Comandante, emprendió la nacionalización de una cadena
frigorífica y la empresa Lácteos Los Andes, para garantizar la “soberanía
alimentaria”. Ese mismo año nacionalizó toda la industria cementera, pero
en el 2009 ordenó expropiar las plantas procesadoras de arroz de la empresa
estadounidense Cargill, y remata con la intervención de 1.500
hectáreas de tierras de la multinacional papelera irlandesa Smurfit Kappa,
“para sembrar caraotas (fríjoles), maíz, sorgo, yuca y ñame”. Por no dejar
en el 2010, Chávez, firma el decreto de expropiación de los seis mercados de la
cadena Éxito, hoy transformados en los destartalados Mercados Bicentenarios.
La nueva
mayoría que se impondrá este 6 D, entre otras iniciativas, impulsaran de
inmediato una Ley Marco para el Incremento de la Productividad. Se trata
de un instrumento general que brindará a los inversionistas seguridad jurídica
para que inviertan con facilidad y rapidez sus capitales en áreas productivas
estratégicas. Esta norma dejará sin efecto la declaratoria de utilidad
pública que pone en riesgo la propiedad, los activos de los empresarios
privados y ordenará la revisión de todas las leyes que establecen competencias
discrecionales abiertas para expropiar, intervenir u ocupar empresas.
Devolviéndole al país la verdadera y deseada Seguridad Alimentaria.
Una nueva
Asamblea Nacional con mayoría opositora, debe ser el objetivo principal en esta
lucha por rescatar al país. Nadie se merece una patria llena de amas de
casa y padres de familia, perdiendo gran parte de su preciado tiempo en colas
interminable para lograr sus alimentos. Tampoco nos merecemos empresas
estatales a media máquina o en total abandono. Hagamos la única cola que nos
llevará a las leyes por el cambio, vamos sin falta y desde ahora a convencer
a todos nuestros familiares, vecinos y amigos, a salir del atolladero donde nos
han metido Maduro, Diosdado y sus candidatos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario