Columna
de Rafael Rodríguez Olmos
Los
inútiles medios de comunicación
Decía
el líder negro Malcolm X: “Si no estáis prevenidos ante los medios de
comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”. También uno de los
más grandes creadores del rock de todos los tiempos, Jim Morrison, dijo “quien
controla los medios de comunicación, controla las mentes”. Pero a mi juicio, el
genial John Lennon, tuvo la conclusión más precisa sobre el problema: “si
tomáramos el poder, tendríamos la tarea de limpiarlo de burguesía y de mantener
a la gente en un estado mental revolucionario”.
Vuelvo
al tema de los medios de comunicación y a mi incapacidad para entender por qué
nuestros líderes no entienden su valor y la necesidad de que produzcan todo lo
que en este complejísimo proceso necesitamos. Las encuestas sobre los variados
problemas del país, lo único que evidencian es que nuestros medios de
comunicación, los nuestros, los de este proceso, no están haciendo nada, o muy
poco en pro de la concientización del pueblo. No es distinto Venevision a
Venezolana de Televisión. Ambos falsean la realidad. Ni el país es un pozo
séptico como subrepticiamente hace ver Venevision, ni es un paraíso como quiere
hacer ver el canal de Estado. Con una pequeñísima diferencia: VTV aún no llega
al 20% del share y Venevision tiene 68%. Es decir, de que cada 100 venezolanos
que miran la televisión, 68 están viendo Venevision y 32 el resto de los
canales. Y todo el que a las seis de la mañana vea ese noticiero de Venevision,
es decir, 68 personas sale histéricas para la calle y aterrorizadas pues en esa
ahora no se dijo una sola noticia positiva del país. Y luego le sigue otro
noticiero donde solo muestran una información de cada región, pero que curioso
que mataron a tres en Mérida, secuestraron a uno en Lara, se comieron a un
preso en Guárico, aplastaron a tres niños en Zulia y barbaries por el estilo.
Esa decir, en todo el estado Zulia no hubo nada positivo que mencionar: no
salvaron vidas en algún hospital, no operaron de cornea gratuitamente a
alguien, no repartieron los morrales escolares gratis, no le dieron comida a
las personas de la tercera edad. Nada positivo ocurrió en las regiones. Ese
segundo noticiero es con lo que comienza la mañana este canal. Es decir, la
aplicación del viejo y perverso principio según el cual las buenas noticias no
son noticias.
Nuestro
glorioso canal en cambio, publica –celestinamente- lo que los jefes quieren que
se publique. Antes eran medias verdades y ahora son mentiras de plano. Tales
como la encomiable labor de Fondas que no ayuda a nadie salvo que esté
protegido por las mafias; o la eficientísima tarea de Agropatria que tuvo la
desfachatez de importar caraotas negras. Por ese simple hecho debería estar
preso más de uno. Si la oposición fuera inteligente, con solo desatar una
campaña en torno a que es la primera vez que el país importa caraotas negras,
causaría estragos en nuestras filas. O por ejemplo, nos hablaría de la
maravilla que es Leche Los Andes que de tener más de cien productos en el mercado,
cuando era privada, ahora de vaina fabrican leche y algún jugo, en tan pequeñas
cantidades que apenas cubre un estado del país. De eso nos hablaría nuestra
gloriosa VTV, cosa que a nadie convence porque quien está en la calle conoce de
mentiras y de realidades. Todo el mundo sabe que no es posible obtener algo de
algún organismo del Estado, sin que lo bajen de la mula. No hay forma de
obtenerlo, desde los electrodomésticos de Mercal, pasando por los carros y las
motos y terminando en cabillas, cementos y bloques para construir.
Pero
también sabemos que se hacen cosas buenas. Incluso yo diría que son más las
cosas buenas que las malas, solo que las malas hacen escándalo. Nuestro
problema estriba en que no tenemos medios de comunicación que las digan y la
razón es simple, cito de nuevo a John Lennon “… mantener a la gente en estado
mental revolucionario”. Pero no se puede mantener en ese estado a alguien que
simplemente no es revolucionario. Por alguna razón siguen creyendo que ser
revolucionario es ponerse una camisa roja, escupirlo de la boca hacia afuera.
No. Ser revolucionario es una condición de vida, una conducta, un apostolado,
una forma de ver el mundo. Es incluso un complicado proceso de formación. Por
ello, para ser revolucionario, tenemos necesariamente que apelar a la vieja
frase de Mao: “quien no estudia, no habla”.
Es la
razón por la que los medios de comunicación del Estado, no sirven para un
carajo. Muy a pesar de que en ellos hay profesionales no solo de excelente
valía, sino con absoluta claridad política de qué se debe hacer tanto en lo
político como en lo comunicacional. Porque además es un problema estructural y
no coyuntural o emocional. No es un problema de amiguismo, ni de camaradería.
Es un problema profundamente político que debe asumirse como tal porque es el
Talón de Aquiles del proceso. No hay un diseño de medios impresos, así como no
lo hay de radio y mucho menos de televisión. Y se insiste en hacer medios para
un target de 30 años hacia arriba que es apenas el 30% de la población del
país.
Cuando
se contrata a un periodista para el medio que fuere, en un proceso tan complejo
como el que estamos viviendo, debe cumplir tres condiciones sine qua non: uno)
saber de comunicación y saber lo que eso significa, o todo lo que implica; dos)
tener criterio político y conciencia política; y tres) ser un comprometido, y
un comprometido es un incondicional.
Recientemente
las encuestas de Schemel aseguran que –por ahora- está ganando el descontento.
Es preocupante porque es una categoría nueva esta; y tiene que ver con que la
oposición está en su peor momento luego de su fracaso en las primarias internas
y la condena de Leopoldo López; y el chavismo, mejor dicho el psuvismo, también
está en su peor momento pues cree que los excelentes resultados de las
primarias, son un boleto seguro para las elecciones parlamentarias del 6D. Las
encuestas están diciendo que un 46% de los venezolanos, está de tan malas
pulgas que podría no ir a votar, y eso sería un desastre para nuestro gobierno.
Y allí
los medios de comunicación juegan un papel clave para el sino del proceso. Pero
por el camino que llevamos y contratando para hacer televisión a gente que
lloró porque Marcel Granier no sería ya la cara de RCTV, gente que va a hacer
más de derecha unos medios que ya lo son, que eliminará lo poquito bueno que
tengamos en esa materia, pues seguiremos teniendo el desastre que tenemos: un
ministro que no sabe de comunicación, directores que van a los cargos a hacer
negocios, y enemigos inteligentes con una gran capacidad para camuflarse como
camaradas para obtener cargos en los puestos del estado. Como dice el refrán
“el primer acto de corrupción es aceptar un cargo para el que no se es
competente”. La misma mierda que Chávez tantas veces cuestionó y por la que tantas
veces se burlaron en su propia cara. Como dicen en mi tierra “que desgracia de
pueblo cuando el cura es loco”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario