Todos contra Diosdado
Héctor
Agüero
La
derecha no ceja en su intentona de derrocar el gobierno legítimo del Presidente
Maduro. Persiste en la línea dura, violenta donde alterna la violencia física
(asesinatos de revolucionarios), el
sabotaje económico (alteración de la cadena de producción), sabotajes (a las
empresas estratégicas del Estado), guerra mediática (medios tradicionales y uso
de la red) hasta el linchamiento moral de la dirigencia popular (acusaciones
que oscilan entre presuntos actos delincuenciales a supuestos vínculos con el tráfico
de estupefacientes)
En
esta tarea el adversario es financiado por EEUU y UE. Solo en España disponen
de los tres impresos de mayor circulación, El País, El Mundo y ABC,
rabiosamente anti venezolanos y anti latinoamericanos.
Es
precisamente el periódico ABC, refugio de lo más rancio de la ultraderecha
monárquica y franquista el encargado de inaugurar una feroz campaña en contra
de Diosdado Cabello. Hoy se ensañan
contra el compañero Cabello porque le temen. Saben perfectamente que es un
dirigente que ha sido capaz de enfrentarse a ellos y ponerlos en su sitio. Esto
la derecha no lo perdona y han planificado su linchamiento moral. Detrás de
esta campaña de desprestigio está Uribe Vélez, sus bandas armadas de Convivir,
sus vínculos con el narcotráfico y la estrategia imperial que consiste en
desviar la atención sobre Colombia y achacar a Venezuela de ser epicentro de
drogas cuando es vox populi que el mayor productor de cocaína en el mundo es
Colombia.
Nos
preguntamos, ¿Por qué tanta saña y empecinamiento contra Venezuela y sus
dirigentes revolucionarios? La respuesta
es simple. Poseemos la mayor reserva de petróleo del mundo y
geográficamente estamos muy cerca de los puertos norteamericanos. El
capitalismo sabe que el fracking o extracción compulsiva del oro negro no va a
durar mucho y que necesitan el control del territorio venezolano
Está
consciente la derecha que Diosdado Cabello es un símbolo y un guía para el
movimiento revolucionario. Los reaccionarios no le perdonan que cuando gerenció
a Conatel y sin que le temblara el pulso, impulsó la Ley de Telecomunicaciones,
puso el orden entre los dueños y testaferros de empresas de telecomunicaciones,
radios y televisoras. Ningún funcionario público anterior a él en ese cargo se
había atrevido a tocar un sector tan poderoso como el de las
telecomunicaciones. Intentaron seducirlo, con halagos que iban desde elogios a
su físico pasando por reconocer su capacidad gerencial. La luna de miel que la
derecha se inventó para atrapar a Diosdado se acabó a raíz del golpe de Estado
en 2002. Entonces lo declararon objetivo principal. Dieron la orden de asaltar
la sede de la Embajada de Cuba pensando que se encontraba en ese recinto.
Tenían instrucciones de asesinarlo físicamente y no pudieron lograrlo.
En
Diosdado Cabello el pueblo venezolano reconoce principios de lealtad y
autoridad moral hacia el Gigante Chávez y hacia el proceso. El Soberano sigue
su trayectoria política y de servicio público con pasión y hoy más que nunca lo
apoya frente a este linchamiento moral que una derecha apátrida e inescrupulosa
pretende ejecutar.
Seguimos adelante

No hay comentarios:
Publicar un comentario