EL ESTADO ACTUAL DE LA NACIÓN
VENEZOLANA
Eddo Polesel
Los gobiernos democráticos
del mundo occidental cada cual, de acuerdo a su Protocolo, en un acto de
alta significación política y social, mediante una alocución anual por
antes los poderes legislativos y al país rinden cuenta del cumplimiento de
los programas económicos y sociales así como de la seguridad de Nación y
anuncian los lineamientos estratégicos de acción pública para el periodo
siguiente; practica que, por cierto, no es de uso por los gobernantes
autocráticos y autoritarios los cuales, cuando lo hacen, se limitan a una
arenga para enardecer los ánimos de sus seguidores al margen de las
condiciones políticas, económicas, sociales obviando referirse sobre la
seguridad del Estado. En nuestro caso el Estado de la Nación no lo
evidencian los anuncio del Presidente de la República sino las precarias
condiciones, tanto internas como la externas en las cuales versa el país.
En efecto, las afectaciones internas se determina por las penurias que
sufre la población en los diversos órdenes y niveles y, las externas,
fuentes del exterior especialmente de las agencias calificadoras de riesgo,
en nuestro caso, como la del otro imperio, la de la Dagon Global Credit de
China las cuales con toda claridad, califican la situación del país de alta
criticidad, alertando que si no se tomaban medidas adecuadas la situación
para 2014 seria de un serio agravamiento tal como en efecto está
ocurriendo.
Por
nuestra desgracia el precario Estado de la Nación, está representado por
los sufrimientos que padecemos por el gravísimo nivel de inseguridad
personal y la evidente descomposición institucional pública, muy peligrosa,
como lo demuestran los últimos enfrentamientos armados entre la fuerza de
seguridad del Estado y algunos colectivos; hechos
que patentiza que al régimen se le está escapando la situación de las manos
porque estos no aceptan el desarme que ahora le pretenden imponer; a todo
lo cual se le suma un generalizado desabastecimiento que ha quebrado la
seguridad alimentaria y a ha hecho más grave la situación en el sector
salud, con el riesgo de no estar en capacidad de enfrentar no solo las
enfermedad mas corrientes sino de enfrentar con el rigor necesario las
epidemias estacionales y, mucho menos contrarrestar, las que pueden llegar
de otros continentes que son muchos más amenazantes. Todo ello, dentro de
un cuadro de insalubridad pública, por la condición en que versan los
servicios básicos como gas domestico, agua y luz eléctrica ya que,
oficialmente se anuncian recortes que, por lo visto, serán mucho más frecuentes
y pronunciados; así como de una evidente insuficiencia en los
drenajes en las aéreas urbanas de alta densidad poblacional y también por
la insuficiencia en la canalización y tratamiento de las aguas servidas que
se agrava por el aumento de la densidad poblacional en la ciudad capital,
que causara la Misión Vivienda, sin la debida adecuación de los servicios
básicos y finalmente por el peligroso aumento de la construcción de
viviendas en las aéreas marginales, sin la previa dotación de servicios básicos
mínimos indispensables, como ha venido ocurriendo en estos últimos 15 años.
A esta
situación de por si critica sobreviene la baja en los precios del petróleo
la cual, por una parte, se debe al descenso del crecimiento económico de
los países Latino Americanos, a la cabeza Venezuela que se estima menos del
5 por ciento y de los países del BRIC (Brasil, Rusia, China y Sur África) a
lo cual se une la disminución de las importaciones de petróleo de los
Estado Unidos; baja en los precios que, de acuerdo a fuentes de crédito,
podría a ser mayor, situándose entre el precio actual hasta una base que se
estima en los 70 dólares por barril. Esta situación tendrá,
independientemente de lo que dicen las fuentes oficiales, serias
repercusiones, habida cuenta que dependemos casi totalmente de la
importaciones para sobrevivir, lo cual presagia un futuro inmediato aun más
crítico para la sociedad venezolana que vienen padeciendo de un
desabastecimiento generalizado dentro del cual, la existencia de la población
se ha convertido en acto de sobrevivencia, y dentro de ese cuadro vale la
pena preguntarse: ¿CUÁNTO COSTARÍA EN DÓLARES, VOLVER A LA
NORMALIDAD? ES DECIR;
1.- Mantener los
anaqueles, de los abastos y supermercados, con suficiente alimentos y una
existencia en los almacenes, tomando en cuenta el consumo y el tiempo
necesario para la reposición. 2.- Abastecer a
los hospitales públicos y clínicas privadas de insumos y equipos así como a
los distribuidores medicinales para que atiendan a los necesitados. 3.-
Reponer los camiones, autobuses y automóviles obsoletos y
reactivar los que están paralizados por falta de repuestos, así como ocurre
con todos los diversos equipos y maquinarias que se encuentran fuera de
servicio por la misma razón. 4.- Restituir el
mantenimiento a la red vial, urbana e inter urbana y realizar la
construcción de las urgentes ampliaciones para mantener en condición de
mínimos riesgos a los usuarios que transitan por las carreteras y las pocas
autopistas que fueron construidas hace más 35 años por los Gobiernos
Civiles. 5.- Mantener un nivel adecuado en la educación
primaria y secundaria para la recuperación de nuestra juventud. 6.- La
reposición de los equipos de producción de las empresas
privadas que han quedado paralizados por falta de materias primas y que se
encuentran en vía de obsolescencia. 7.- Actualizar el
equipamiento industrial de las empresas básicas y de las demás empresas
confiscadas, que versan en condiciones precarias por falta de mantenimiento
y con equipos obsoletos. 8.- Volver hacer productivos los
predios agrarios y los fundos agropecuarios ocupados por la revolución que
han sido prácticamente destruidos 9.- Reactivar PEDVSA habida
cuenta del estado en que se encuentra incapacitada de aumentar la
producción de petróleo para, cuando menos, recuperar la cuota OPEP perdida
de cerca de millón de barriles diarios.10.- Restituir, habida cuenta
del degrado ambiental, los programas y las acciones que el Estado están
obligados a realizar para recuperar la salubridad pública.
Este es el
cuadro real del estado de la Nación victimas, la ciudadanía, de un
progresivo desajuste fiscal, financiero, económico y social que se ha
traducido en una brutal descapitalización de todos los activos del país,
causados por esta revolución destructiva; y ahora, variadas las condiciones
del único producto de exportación el petróleo nos encontramos con la
estructura productiva interna privada y pública, en lastimosas condiciones,
consecuencia de un proyecto político ideológico inviable. Por lo tanto, no
se trata de un cambio de hombre sino de Modelo, y también de hombres -que
los tenemos- con el fin primero de recuperar la soberanía del país.
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