Columna
de Rafael Rodríguez Olmos
El aumento de la gasolina, o la
negación de Chávez
El
precio de la gasolina no es real. Nada en el país cuesta 0,97,5 bolívares, que
es el valor de un litro de gasolina.
Y no
era real en 1989 cuando el Fondo Monetario Internacional le impuso a Carlos
Andrés Pérez como primera condición, aumentar la gasolina para poder prestarle
dinero al país. Es decir, que medido en términos económicos, la gasolina debió
aumentarse hace exactamente 25 años. Pero resulta que el precio de la gasolina
no es un problema económico, sino un problema político-social. Lo ha sido y lo
será en esta tierra que tanto amamos.
El
Tío Miguel decía que uno de los problemas más complicados para construir una
revolución es el económico. Ahora me digo “si lo sabrán los cubanos, que están
caminando en el filo de la navaja entre el capitalismo y la revolución, con el
riesgo de perder 55 años de sangre, sudor y lágrimas”. Miguel decía “son complicados los pasos que
va a dar, por eso tiene que analizarlos y meditarlos mucho antes de tomar una
decisión”.
En
el 2004 tuve la información de una reunión del gran Hugo con sus más directos y
duros de la economía del proceso. Fue por cierto la primera vez que se le
intentó convencer de la necesidad de aumentar el precio de la gasolina. Para
entonces no respondió nada. Varios encuentros se hicieron luego con la misma
intención, sin que el Arañero de Sabaneta respondiera.
Si
mal no recuerdo, fue para el 2009 cuando habló del problema de la gasolina y
del subsidio que pagaba el Estado a este rubro. En esa alocución aumentó el
salario, aumento el IVA y ordenó suspender todos los gastos suntuarios:
fiestas, regalos, remodelaciones, agasajos, sedes nuevas, mobiliarios y etc. No
se tocarían los programas sociales. Y allí mismo dijo, lo dijo expresamente,
que no se aumentará la gasolina. Busquen el video para que lo oigan. Y se había
negado desde un principio a hablar del tema, porque sabía lo que significaba
desde el punto de vista político y las repercusiones que tenía una medida de
ese calibre para el pueblo, su pueblo, el de él, el que tanto amaba y tanto
protegía.
Posteriormente
volvió a hablar del tema y –como era su costumbre- ya traía todo un diseño de
qué íbamos a hacer. Entonces dijo que no era posible mantener la gasolina en
ese precio porque no era un precio real, pero sacó de la manga un as justo
cuando todos pensaban que iba a ordenar el aumento del combustible. Dijo hay
países del mundo donde un litro de gasolina cuesta hasta 15 dólares. Nosotros
pudiéramos hacer un buen negocio y tener buenas ganancias vendiendo la gasolina
en el exterior. Hagamos un plan a cinco años para instalar surtidores de gas en
todas las estaciones de servicio y además, impongamos que los carros que salen
de planta, ya vengan con el sistema de gas instalado y su bombona. La idea es
que en cinco años todo el parque automotor venezolano funcione con gas y la
gasolina se exporte porque obtendríamos muy buenas ganancias el exterior.
Comenzaron
a instalarse los surtidores de gas en las estaciones de servicio y resultó
igual que con el gas por tubería para las casas, también exigencia de Chávez,
se abandonó el proyecto. Y aunque hay muchos surtidores instalados en las
estaciones de servicio, la mayoría no tiene gas. Y resulta que Hugo tenía razón
porque ahora sabemos que los venezolanos tenemos gas comprobado como para 400
años; y hay pozos no explorados que se calcula tienen unos 300 años más. Lo que
significa que cualquier cosa que se haga a gas en Venezuela, resulta sumamente
barato y cómodo de trabajar puesto que no se importa, se saca del subsuelo.
Ahora
vamos al tema de gas. ¿Recuerdan que Chávez ordenó la construcción, el
desarrollo y la puesta en marcha del Complejo Criogénico de Jóse, que sería el
gran procesador de gas? Pues resulta que se compró todo para su construcción,
absolutamente todo el equipo para la instalación y tiene años llevando agua,
sol y sereno en patios de Pdvsa. El gas venezolano que es el gen de la
industria petroquímica, donde también Chávez hizo énfasis y exigió la conversión
de 22 tecnológicos en Universidades Petroquímicas, cosas que tampoco ocurrió.
Esas universidades formarían en poco tiempo las primeras generaciones de
profesionales petroquímicos que en este momento forman las universidades
escuálidas y que egresan enemigos del proceso, pero a trabajar en Pdvsa.
Aún
el gas que sale por los mechurrios, invocados por Alí en su canto
revolucionario, y que tanto cuestionó Chávez su pérdida, se escapa por las
tuberías de los pozos. No se extrae gas natural en el país. Es decir, que el
gas que usted consume para sus alimentos y el que se usa para los carros, es lo
que llaman gas asociado, que no es otra cosa que el gas que se aprovecha de los
pozos cuando se extrae el petróleo. Y por cierto, de ese gas, solo se aprovecha
el 10%, el resto se sigue perdiendo.
¿Por
qué no se concentró el esfuerzo en los planes que había con el gas? Simple,
porque los negocios son más pequeños y el ñemeo es menor.
¿Porque
me quieren convencer de aumentar la gasolina cuando hay demasiados proyectos
que Chávez dejó planificados y no se han ejecutado? Que si ahora se pierden 100
mil barriles de petróleo. Y antes también se perdían. Pero el aumento de la
gasolina, repito, es un problema político y no económico.
Si
algo ha demostrado el Estado venezolano, es que es profundamente incompetente
para controlar cualquier cosa. Y el aumento de la gasolina tendrá repercusiones
inmediatas, tales como el aumento del transporte comercial y público, el
aumento de los alimentos, el calzado, el vestido y el costo de la vida de los
ciudadanos. Pero es el pueblo el que pagará eso, el que directamente acusará
ese castigo. Los ricos no lo sentirán y la clase media siempre se las arregla
para seguir siendo lo traidora que es. Eso lo sabía Chávez y por ello se negó a
aumentar la gasolina. Y no se puede confiar en que el Estado lo va a hacer bien
porque ya hemos visto lo que es.
Si
desarrollamos los proyectos abandonados, resolvemos el problema del déficit, si
es que lo hay, porque en lo personal no lo creo. Si volvemos a los planes
originales de Hugo, como los tres meses de reserva de alimentos, como el
desarrollo del mundo agropecuario, como la producción de leche, como la
construcción de fábricas de enlatados para los miles de rubros que se producen,
y una larga cadena de etcéteras, no habrá necesidad de meterse en una peligrosa
centrífuga de la que seguramente no quedará otra cosa que represión y
violencia, pero contra el pueblo… que siempre paga los platos rotos de todo.
Caminito
de hormigas…
María
Corina está como el patito feo del cuento, nadie la
quiere mirar, aunque todos quieran sus millones. Me dicen que un nuevo asesor
le está diseñando todo un andamiaje para que se reconstruya. Aunque no lo
crean, es igualita a Eduardo Fernández, políticamente hablando, si bien no en
la formación, por supuesto… Si se
le ocurre transitar a las siete de la noche por la Autopista Regional
del Centro, es un suicida. Desde Caracas hasta Valencia no hay luz. Ahora
imagínenla sin luna y lloviendo… Desde
hace tres años está parado el segundo puente sobre el lago de Maracaibo. Gran
cosa, el metro de Valencia tiene cinco años sin que se le haga nada. Y nos
consta que Chávez dio los reales antes de morir… La salud volvió a niveles de la
Cuarta República. Barrio Adentro y CDI funcionan a menos de un cuarto de
máquina. La contraloría social murió. Si alguien llega a meter la lupa en la
Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera de Valencia ¡mi madre! Lo que va a
encontrar… Jamás pensé que podían reconstruir Caracas. Está hermosa. Que
bien lo han hecho los camaradas de allá. Nos hacen falta en Valencia y el resto
del país… Dónde está la lista de Cadivi y los 25 mil millones de
dólares… ¿Ya encontraron a los
asesinos de Otaiza? ¿O eso se quedó en veremos?
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