De nuevo las cruzadas. Por: Héctor Agüero

COLUMNA DE HECTOR AGÜERO.

De nuevo las cruzadas

Héctor Agüero

Increíble pero cierto. Esta  semana la OTAN, la UE y sus operadores políticos decidieron rescatar del olvido las cruzadas para  luchar contra los infieles del Estado Islámico que quieren imponer un califato en el Oriente Medio y de paso recuperar los pozos petroleros iraquíes. Siguiendo al pie de la letra el guion del Papa Gregorio II quien en 1074 llamó a los militantes cristianos a proteger la ciudad  santa de Jerusalén y les concedió las llamadas indulgencias que permitía a todo el malandraje participante impunidad en los actos contra  civiles y bienes. Igual que ayer la historia vuelve a repetirse.

Esta vez el papado se encuentra en el Vaticano, el Papa se llama Francisco, estamos en 2014 y sostiene él  que es justa la causa occidental contra los yijadistas del Estado Islámico; y como hace mil años encabeza la guerra santa  que incluye bombardeos, suministro de armamento sofisticado a un inexistente ejército iraquí y a los Kurdos iraquíes. El actual pontífice católico ha demostrado ser un experto en cosmetología pero menos ducho en el arte de la reconstrucción de una red social que cada día se desmorona. En América Latina el catolicismo perdió en los últimos diez años el trece por ciento de sus militantes y solo en Brasil el crecimiento de protestantes y Evangélicos ha sido arrollador. Se entiende entonces el gesto desesperado  de la primera autoridad del Vaticano. Igual que antes el poder religioso se somete al poder económico y militar.

Justificar es la palabra que con mayor frecuencia pronuncian en estos días las anclas mediáticos y sus entrevistados para evitar el término correcto de invasión. Como cortina de humo pretexto mayor: evitar la masacre de los yadizi, una minoría cristiana iraquí que las fuerzas occidentales descubrieron hace un mes. El surgimiento y desarrollo del Estado Islámico, a quien el diario español  La Vanguardia califica de hordas fanáticas suníes, está vinculado al wahabismo, que interpreta de manera radical el Corán y que es la religión oficial en la península arábiga. Las exacciones de este grupo sunita no están alejadas de los métodos empleados en Afganistán, Pakistán, Irak y Siria, todas esta violencia roza el carácter de genocidio que en el pasado sufrieron el pueblo armenio a manos de los turcos, o las sucesivas barbaries perpetradas  contra el pueblo Palestino por Israel, la última de ellas, aún sin concluir, lleva ya dos mil víctimas civiles.

Tras esta invasión de la Santa Alianza con olor  a petróleo iraquí se prepara una nueva oleada, esta vez contra la Federación Rusa ya planificada por los catirotes del norte y que está en fase de precalentamiento en la frontera con Ucrania. No son pronósticos. Simplemente juegos de guerra. En este juego de marionetas, de espejos dobles o de cicloramas están envueltos todas las potencias que disponen de armamento nuclear pero que también poseen poder económico. Si a los potentados  del golfo Pérsico se les permite manejar a distancia los hilos del Estado Islámico, ¿Quiénes serán los otros  beneficiarios?

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