COLUMNA DE HECTOR AGÜERO.
René González Sehwerert
Héctor
Agüero
Curiosos y sorprendentes son los entretelones que mueven
el llamado caso de los Cinco Cubanos detenidos en prisiones estadounidenses
desde hace trece años contados, in
extenso, por uno de ellos, René González Sehwerert, un cubano-norteamericano
que visitó hace poco a Venezuela en busca de solidaridad para el grupo de
detenidos.
Resulta que durante el mandato de Bill Clinton el sector
bastistero y contrarrevolucionario de los cubanos en exilio se dedicó a ejercer de manera sistemática violaciones del
espacio aéreo cubano que incluían vuelos rasantes sobre La Habana y lanzamiento
de volantes, que partían de Florida y retornaban nuevamente a territorio
norteamericano. Este comportamiento irresponsable generó acciones de la
dirigencia revolucionaria de la isla, en este caso, dos decisiones difíciles
pero ineludibles, la primera fue infiltrar estos grupúsculos y la segunda hacer
respetar el espacio aéreo de la República de Cuba.
Estas dos medidas surtieron
efecto y Cuba nuevamente sorteó un escollo más colocado por sus adversarios.
Pero veamos en detalle la historia contada por René
González. Como instructor de pilotos y poseedor de la doble nacionalidad no
tuvo inconveniente para ser aceptado por los grupos ultra de Miami, conoció de
primera mano los planes para desestabilizarla sociedad cubana y pudo de esta
manera contribuir a neutralizar las acciones criminales que estas facciones
querían ejecutar. Una revelación que sorprende es que durante el juicio llevado
a cabo en territorio EE.UU, tres oficiales de alta graduación, dos generales y
un vicealmirante, pertenecientes a la marina y al ejército norteamericano,
fueron llamados a declarar ante la Juez y manifestaron que en tanto en la
marina, como en el ejército y también en el sistema nacional de seguridad aérea
existía para entonces una grave preocupación ya que estas acciones ponían en
riesgo la seguridad del Estado norteño.
También relata González que los miembros del jurado
fueron objeto de presiones por parte de
la ultraderecha de la Florida que llegaron
al extremo de filmar y fotografías las placas de los carros de muchos de
ellos, procederes que la juez escuchó de labios
de los propios afectados que a finales de cuenta cedieron ante las
amenazas ya que condenaron a otro de los Cinco, Gerardo Hernández, a cadena
perpetua sin tener pruebas relevantes
Mucha de la información obtenida fue enviada por el gobierno cubano, en su debido momento, a las
autoridades estadounidenses quienes lograron desmantelar a estos grupos de la ultraderecha
ya que afectaba la seguridad de dos vecinos todo ello pese a la vigencia del
bloqueo que perjudica más a la isla de Cuba que a los Estados Unidos.
De estas declaraciones de René González desprendemos que
la Guerra Fría está latente en cierto sectores con poder de decisión dentro de la sociedad
norteamericana, también aprendemos que la siempre y bien ponderada justicia
estadounidense no difiere de las que se atribuyen en ciertas latitudes del
Tercer Mundo y en donde el hilo que separa los órganos de administración de
justicia del Poder Ejecutivo y de los grandes grupos económicos, son de una
fragilidad extrema.
Seguimos adelante
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