COLUMNA DE ANTONIO ECARRI BOLÍVAR.
La
Mentira en la política venezolana.
Antonio
Ecarri Bolívar.
Luis Herrera Campíns me dijo en una
oportunidad hace muchos años, en Valencia, que él había cultivado mucho la
amistad con Rómulo Betancourt porque oía y asimilaba siempre sus consejos. Uno
de ellos, nunca lo había olvidado, fue aquel que le dijo una vez en Miraflores:
“Luis, tu eres político de vocación por lo que siempre tendrás la tentación a
dos desviaciones que no pagan: la mentira y la demagogia, esos son dos animalitos de patas muy cortas”.
Herrera me dijo que me lo refería como recomendación similar, al conocerme esa misma
vocación por los asuntos públicos. Ambos tenían razón. Por cierto, cuánta falta
hacen hombres de Estado como estos dos titanes, en esta nación tan devaluada en
el mundillo de la política vernácula.
Teodoro Petkoff tenía razón cuando hace
poco dijo, en su periódico Tal Cual, que lamentaba reconocer que había mucha
mediocridad en la dirigencia política del gobierno y de la oposición. Es que
esa mediocridad se manifiesta, se pone de relieve a un grado superlativo,
cuando de mentirle a los ciudadanos se trata; empeñándose, ese mediocre
liderazgo, en sobrevivir estafando a la opinión pública.
Miente el gobierno, por ejemplo, cuando
se empecina en creer en la idiotez de sus compatriotas al decirles que los
apagones son producto del saboteo opositor y no de la negligente gerencia
pública, que durante quince largos años no hicieron las inversiones en
generación, distribución y mantenimiento de ese sector vital para la vida
nacional. También mienten cuando afirman que la inseguridad que enluta a la
patria, con miles de compatriotas asesinados, es una simple “sensación” y no
una realidad que golpea sus cínicas caras diariamente. Igualmente mienten
cuando atribuyen la carestía y la inflación a una conspiración internacional
del imperialismo, en vez de reconocer que deben rectificar la desastrosa
política económica de planificación central que acaba con la iniciativa
privada, que desangró y defenestró a todo el régimen comunista del orbe y hoy
sólo lo mantienen regímenes tan atrasados como los de Cuba, Bielorusia o Corea
del Norte
Aunque lo más lamentable, es que
tengamos que reconocer lo que vemos desde la acera de la alternativa a este
gobierno: algunos sectores de la oposición que en vez de decir siempre la
verdad, aunque duela, se solazan en la mentira para ocultar sus falencias y
debilidades en materia de coraje, de enfrentamiento sin dobleces y, por
argumento contrario, salen a descalificar, mintiendo sobre sus ejecutorias, a
quien ose criticarles, por más “light” que sea la crítica y más decente la
denuncia de sus cobardías.
He visto con estupor, cómo a todo
candidato que se resiste a seguir los lineamientos stalinistas del PSUV, y
propone su nombre en listas diferentes a ese partido, en seguida salen a
descalificarlos con la mentira, según la cual, son “apátridas” que se han
pasado a la derecha y al imperialismo. Ahora, lo más lamentable, es que vemos
sectores que ejercen algún “liderazgo nacional” (por la única razón geográfica
de vivir en la capital de la República), con la misma argumentación psuvista-stalinista,
pero de sentido contrario, criticando acerbamente a todos aquellos liderazgos
independientes, que al no tener cabida en las listas de partidos, han
propuesto, en ejercicio democrático y libre, sus nombres en listas diferentes a
la MUD, llegando al extremo de acusarlos de estar financiados por el gobierno y
otras mentiras del mismo tenor.
Esto es inaceptable para quienes se
proponen como la alternativa democrática al chavismo, pues se agrava esa
conducta al saberlos de oposición, es decir, que si no están en el gobierno
aún, habría que preguntarse ¿cuál será su conducta cuando agarren el
“mandoble”? Es de temer. En cambio, existen líderes de otro nivel, como Henry Ramos Allup, por ejemplo, quien en el
programa de Wladimir Villegas dijo que había candidatos, fuera de la MUD, que
no debían ser agredidos ni descalificados, porque en el camino debería haber
acuerdos, con muchos de ellos, pues son opositores al régimen. Hay otros que no
les llegan ni por los talones a estos líderes (a Betancourt, Herrera, Petkoff y
Ramos) quienes son los empeñados en mentir desde el gobierno o la oposición.
Mediocridad hay en todas partes, tal como se cuecen habas
El sabio refranero español nos recuerda
“que para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado”- Ciertamente, al
comer pescado uno se puede atragantar y quedar con riesgo de morir en el
intento. Es que las mentiras son espinas que aparecen más tarde como veneno del
alma, que destruye a las personas y a las sociedades que así se han alimentado.
Esperemos pues, que el espíritu de hombres de
Estado como Betancourt y Herrera Campins, de líderes de la talla de Petkoff y
Henry Ramos prevalezca y no las mentiras
de los rastacueros de “vuelo gallináceo”, que aún pululan por allí con sus
mentiras de baja estofa, las que lejos de perjudicar a los calumniados delatan
la mediocridad de sus detractores. ¡Llueve y escampa…!!!
@EcarriB

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