El Monje de Camoruco
Por Sergio Márquez Parales
Columna 6-8-2018
Reflexiones sobre el intento de magnicidio
Cuando se transmitía en vivo directo el día
sábado 4 de agosto, el acto en honor a un nuevo aniversario de la creación de
la Guardia Nacional, alrededor de las 5
y 45 minutos de la tarde se pudo observar un hecho irregular durante el preciso
instante en que el presidente Nicolás Maduro, pronunciaba su discurso.
De inmediato, hubo una serie de reacciones
que en principio causaron confusión y asombro; sin dejar de mencionar, que las
múltiples versiones ofrecidas en los medios de comunicación y las redes
sociales, lejos de aclarar la situación, contribuyeron a que poco a poco cada
quien diera su propia apreciación sobre el evento en cuestión.
Luego, de una manera aún más sorprendente, un
supuesto grupo anónimo se pronunció a través de las redes sociales para
adjudicarse la autoría de la "Operación Fénix", nombre con el que
identificaron el atentando registrado contra el presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro.
En una cuenta de Twitter llamada
"Soldados de Franela" se han divulgado fotografías y vídeos del
momento en que ocurrió el incidente, cuando Maduro encabezaba un acto por el 81
aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el centro de Caracas.
"La operación era sobrevolar
dos drones cargados con (explosivo) C4 el objetivo el palco presidencial,
francotiradores de la guardia de honor derribaron los drones antes de llegar al
objetivo. Demostramos que son vulnerables, no se logró hoy pero es cuestión de
tiempo", dice uno de los mensajes escritos en este perfil.
Los "Soldados de Franela" aseguran,
en la misma cuenta de Twitter, que son un conjunto de "militares y civiles
patriotas y leales al pueblo de Venezuela (...) basados en argumentos legales y
constitucionales".
Este supuesto "basamento legal"
también fue difundido ampliamente en las redes sociales mediante un comunicado
en el que los supuestos autores del atentado aseguran estar respaldados por
"oficiales, suboficiales, clases y soldados" que están
"dispuestos a ofrendar sus vidas". "Hoy no pudimos, pero
seguiremos en nuestra lucha, porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
(FANB) tiene por función garantizar la independencia, la soberanía de la
Nación, la integridad del territorio y el orden público interno".
Los supuestos responsables denuncian que
buena parte los órganos del Estado "han desconocido el contenido de la
Constitución" y por ello la FANB "ha decidido emprender una lucha
para restablecer su efectiva vigencia e impedir que sea derogada por medios
distintos a los que ella expresamente consagra". "Los objetivos
que seguiremos persiguiendo son la vuelta a la paz, a la democracia, a la
Constitución, a las elecciones limpias, a la prosperidad y al progreso (...) Es
contrario al honor militar mantener en el gobierno a quienes (...) han hecho de
la función pública una manera obscena de enriquecerse y envilecerse",
agrega el escrito.
Posteriormente, la reconocida periodista anti
gubernamental, Patricia Poleo, leyó el comunicado del supuesto grupo autor del
atentado, lo que ratificó la veracidad del acto y encendió las alarmas de los
cuerpos de seguridad del Estado.
Por supuesto, voceros gubernamentales en
todas y cada una de sus intervenciones, presentan como evidencia y antecedentes
del evento fallido, las declaraciones que desde Colombia han emitido los
expresidente Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, quienes públicamente han
vaticinado el fin del gobierno del presidente Maduro; e incluso, han “implorado”
que se produzca una intervención militar internacional en Venezuela.
De igual manera, algunos analistas coinciden
en destacar ciertos “cabos sueltos” que apuntan a sugerir una supuesta
complicidad de altos funcionarios en lo ocurrido con suspicaces preguntas, cuyo
objetivo pudiese ser el pretender crear una “cacería de brujas” o dividir al
chavismo; como por ejemplo las siguientes: ¿Quién o quiénes sugirieron que ese
acto se realizara en la Avenida Bolívar de Caracas y no en alguna institución castrense?;
¿Cómo estaban al tanto de la agenda presidencial los ejecutores del supuesto intento
de magnicidio?; ¿Por qué figuras relevantes cercanas al gobierno nacional no
estuvieron presentes en ese acto?; ¿Qué estaba planificado en caso de que el
magnicidio hubiese tenido éxito?; ¿Hasta dónde llegarán las investigaciones
sobre el incidente?; ¿Existen en Venezuela personas con el entrenamiento
necesario para ejecutar estos siniestros?;
¿Se activó la red de inteligencia a todos los niveles para detectar si este fue
un hecho aislado o formó parte de un ensayo?
Lo cierto del caso es que hasta que se
demuestre lo contrario, estamos en presencia de un atentado criminal contra el
presidente de la República, que pudiese estar sentando las bases para que los
venezolanos presenciemos acciones terroristas como las que ocurrieron en
Colombia, o las que se viven a diario en Europa y el medio oriente.
Hasta nuestra próxima entrega amadísimos
fieles.
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