El
Monje de Camoruco
Por
Sergio Márquez Parales
Columna
30-4-2018
Venezolanos en el exterior ante el dilema de
ser refugiados o repatriados
Son muchos los venezolanos que han decidido
abandonar al país y a sus familias en búsqueda de un futuro mejor. La cantidad
ha ido aumentando progresivamente; por lo que organismos internacionales, los
han calificado de refugiados y por ende, se ha exhortado a los gobiernos de los
países que están recibiendo la mayor cantidad de nuestros hermanos, a tratarlos
bajo esa condición. El gobierno norteamericano y la Unión Europea, formalizaron
la donación de grandes cantidades de dinero a Colombia y Brasil, para atender a
quienes están traspasando la frontera desde Venezuela; pero no todo es color de
rosa, recientemente hemos observado como ignorando las disposiciones internacionales
referentes al trato como refugiados, varios gobiernos han comenzado la
repatriación de nuestros compatriotas.
Al menos 82 venezolanos, fueron deportados
desde Trinidad y Tobago.
Según dijo en un comunicado de prensa el
Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, al grupo de 82 venezolanos
los amontonaron en el Centro de Detención de Inmigración en el Cerro de Aripo,
al norte del territorio caribeño, para luego ser deportados a su país de origen;
pero mientras se llevó a efecto la medida, este grupo de personas supuestamente
recibió varios tipos de vejaciones; por lo que este proceso, fue criticado por
la organización local religiosa “Living Water Community”, que trabaja junto a
la Agencia de Refugiados de la ONU (UNHCR), al dudar sobre si la deportación
fue legal al no ser debidamente registrados con la UNHCR.
Ante los reclamos internacionales, el primer
ministro de ese país, Keith Rowley, informó que no permitirá que su país se
convierta en un campo de refugiados. "Este país no permitirá, sin
protestas, que ninguna agencia internacional tergiverse nuestras circunstancias
ante el mundo y permanezca en Trinidad y Tobago", indicó el mandatario
trinitario en una rueda de prensa reseñada por el diario local News Day. Rowley
explicó que Trinidad y Tobago es un país generoso y afectuoso con la situación
de Venezuela. Sin embargo, hizo énfasis en que su gobierno ayuda "como es
capaz de hacerlo". "Teniendo en cuenta que no somos China, Rusia o
Estados Unidos, somos una pequeña isla. Tenemos espacio limitado para 1,3
millones de personas. Por lo tanto, no podemos y no permitiremos que los voceros
de la Organización de Naciones Unidas nos conviertan en un campo de
refugiados", expuso el jefe de Estado. Parece que a este señor, se le
olvidó –o simplemente prefiere olvidarlo- las múltiples veces en que la mano generosa
de los venezolanos fue tendida a muchos de sus compatriotas quienes vinieron
aquí a trabajar obligados por la precaria situación económica que vivían en
aquel entonces.
No obstante, el hecho sigue siendo evaluado
pues según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(Acnur), Filippo Grandi afirmó que 13 de los 82 venezolanos eran solicitantes
de asilo y otros 19 estaban en proceso de convertirse en solicitantes de asilo.
En Perú pretender culpar a venezolanos por
crecimiento de índices de pobreza
Pero Trinidad y Tobago no es el único país en
el cual se ha comenzado a ver la inmigración venezolana con preocupación y
rechazo.
Hace apenas una semana, en Perú, uno de los
países que mayor cantidad de venezolanos ha acogido con generosidad, diversas
organizaciones quieren culparlos del incremento de la pobreza en las tierras de
Atahualpa.
Según reportan medios peruanos, “tras
conocerse que la pobreza aumentó por primera vez en el milenio, las redes
sociales señalaron a los venezolanos que están en el Perú como la causa. Sin
embargo, si todos ellos estuviesen trabajando, serían solo 1,17% de la
población económicamente activa”. En resumen, mientras el gobierno de la nación
Inca mantiene su disposición a cobijar a nuestros hermanos, las organizaciones
no gubernamentales, insisten en calificar de negativa la inmigración
venezolana; aunque fuentes revelan que la verdad, es que nuestros profesionales
están mucho mejor preparados que los de allá; sin dejar de mencionar, que quienes
consiguen trabajo, lo desempeñan con mucha dedicación, lo que tiene molestos a
los sindicalistas peruanos que prefieren mantener ritmos controlados de trabajo.
Colombia observa con recelo y preocupación
ingreso de venezolanos
Por otra parte, el gobierno colombiano; que
dicho sea de paso, es uno de los que mayor cantidad de millones de dólares
recibirá de los organismos internacionales para ayudar a los inmigrantes,
asegura que más de 200.000 colombianos que vivían en Venezuela han regresado a
su país en busca de mayores oportunidades debido a la crisis social y económica
que sufre el vecino país y califica de insostenible la situación en las
ciudades fronterizas; sin embargo, un estudio revela que es mucho mayor el
número de los venezolanos que pasan por Colombia para ir hacia Perú, Argentina,
Chile o Ecuador, que el de los que deciden quedarse en la patria de Santander,
no obstante, se asegura que más 600 mil venezolanos están en el vecino país.
El doble discurso norteamericano
Pero todo parece indicar que es el gobierno
de Donald Trump es el más contradictorio en lo referente al trato de los
refugiados venezolanos.
A pesar de prometer millones de dólares para
ayudar a los venezolanos que huyen de su país y de exhortar a aliados en la
región "a hacer más" sobre el hambre y la opresión que sufre el
pueblo venezolano, el gobierno del presidente Donald Trump ha estado deportando
a venezolanos que vinieron a Estados Unidos ilegalmente o se quedaron después
de vencer su visa por temor a regresar al país.
Constantemente la Policía de Inmigración y
Aduanas (ICE) ha deportado a cientos de venezolanos en el año fiscal 2018.
“Desafortunadamente, muchos venezolanos aquí
no tienen residencia permanente, no son ciudadanos estadounidenses, no tienen
visa, pero tienen temor de regresar a Venezuela”, dijo Adriana Kostencki,
abogada de la Asociación Venezolana-Americana de Abogados, en Miami. “Pero es
luchar contra un gobierno que no ha sido muy amistoso con la inmigración”.
El vicepresidente Pence pronunció un
apasionado discurso en Lima ante más de 30 jefes de Estado en la Cumbre de las
Américas hace unos días, donde prometió entregar $16 millones adicionales a
otros países para que ayuden a los venezolanos que han huido por la crisis
económica, y presionó a aliados a seguir el ejemplo de Estados Unidos en aislar
al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“Estamos con el pueblo de Venezuela y
seguiremos haciendo todo lo que está en nuestro poder para ofrecer apoyo a los
que han huido de la tiranía”, dijo Pence al grupo. Pero tristemente la realidad
es otra, al parecer serán miles los venezolanos que serán deportados de la
tierra del Tío Sam; sin dejar de mencionar, que en el Departamento de Estado
Norteamericano en un informe, deja claro que en el instante en que haya un
nuevo gobierno en Venezuela, quienes están en condición de refugiados, serán
deportados inmediatamente a su país.
Finalmente, en Panamá el trato hacia los
venezolanos ha llegado a niveles alarmantes en cuanto a lo de agresiones
personales se refiere.
Felicitaciones a Esperanza del Carmen Márquez
Toro en su cumpleaños. Dios la bendiga siempre.
Hasta nuestra próxima entrega amadísimos
fieles.




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