El
Monje de Camoruco
Por
Sergio Márquez Parales
Columna 30-11-2017
Gracias Dios por todo lo que me has regalado
hasta ahora y lo que tienes reservado para el futuro
Realmente no puedo más que agradecerte mi
señor por la familia, los amigos y las satisfacciones que me has otorgado a lo
largo de estos 60 años. Mi tránsito por la vida ha sido una gran experiencia
que me ha enseñado que de nada vale el dinero si no se utiliza para generar felicidad
a nuestros semejantes, que los amigos que tenemos cuando ejercemos cargos
públicos o gerenciales, generalmente son amigos del cargo y no de nosotros; que
cuando se tiende la mano, jamás se debe esperar nada a cambio y que los amigos
sinceros no son quienes te adulan, sino los que te advierten y te critican
constructivamente para protegerte de la jauría que siempre está al acecho. Pero
lo más importante, es que tu vida no te pertenece y que no te valdrá de nada
tenerla si mientras estás por estos lares no aprendes que solo te llevarás de
este mundo la satisfacción del deber cumplido. Para que acumular otra riqueza que
no sea otra que ayudar a tu prójimo y amarlo sin medida como Dios nos ama a
nosotros. Gracias Dios por haberme hecho vivo ejemplo de tu misericordia y
bondad, solo tú puedes haberme ayudado a llegar hasta hoy; y a ustedes, que el
Gran Arquitecto me los bendiga siempre y gracias por permitirme haberlos
conocido.
Hasta nuestra próxima entrega apreciados
lectores





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