Columna de Douglas
Zabala
La Generación del 28
(Homenaje a la
Juventud)
Mucho se ha
escrito y se ha comentado de la oprobiosa dictadura del dictador Juan Vicente
Gómez, y la hermosa gesta libertaria librada por los jóvenes de la Generación
del 28, pero el historiador Asdrúbal Duarte Parejo, en sus crónicas, nos lleva
de forma apasionada a pasearnos por aquellos días donde los estudiantes se
prestan a celebrar su semana estudiantil.
Raúl Leoni,
estudiante del quinto año de Derecho, y Presidente de la Federación de
Estudiantes de Venezuela, convocó una gran marcha con motivo de la denominada
“Semana del Estudiante”. La señalada marcha tenía como objetivo inmediato,
obtener los fondos necesarios para la Casa del Estudiante, a la que bautizaron
con el nombre de Andrés Bello. Era una mañana fresca, el calendario
indicaba el día 6 de febrero de 1928. Los estudiantes desde muy tempranas
horas, habían empezado a concentrarse en la plazoleta de la Universidad Central
de Venezuela. De allí entre consignas y arengas solidarias, arranca la marcha
hacia el Panteón Nacional.
La hermosa
Beatriz Arreaza I, Reina del Carnaval Estudiantil, con gestos emocionados
coloca una ofrenda floral, ante la tumba de los restos de Simón Bolívar.
De súbito, un estudiante improvisa un discurso con vibrante voz que cautiva el
auditorio. El orador se llama Jóvito Villalba, quien dirigiéndose al
Libertador dice: “Habla, ¡oh! Padre, ante la universidad, porque sólo en la
universidad, donde se refugió la patria hace años, puede oírse otra vez tu
admonición rebelde de San Jacinto. En este sitio, cuando Beatriz I de
Venezuela, te haya ofrendado la suave ternura de estas flores, dinos el secreto
de tu orgullo”.
Pío Tamayo,
toma la palabra y en la coronación de Beatriz I, lee un poema juzgado como
subversivo por las autoridades gomecistas; Allí mismo intervienen los
estudiantes de derecho, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Joaquín Gabaldón
Márquez, y sus discursos son estimados como inconvenientes por los cuerpos de
seguridad. Además, Guillermo Prince Lara, termina rompiendo una lápida en honor
a Juan Vicente Gómez; ante estos hechos el Gobierno decide poner fin a los
actos conmemorativos, convertidos en una verdadera rebelión estudiantil.
Después de
los actos de la “Semana del Estudiante”, Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt,
Guillermo Prince Lara y Pío Tamayo, fueron arrestados por la policía, en
diferentes sitios de la ciudad capital. La noticia de la encarcelación de
los jóvenes estudiantes, estalló como una verdadera bomba en todo el
estudiantado, provocando que doscientos de ellos, pertenecientes a la
Federación, en un acto de solidaridad sin precedentes en nuestra vida
republicana, se entregarán a la policía, argumentando que deseaban correr la
misma suerte de sus compañeros presos en el Cuartel de El Cuño, entrando
de esta manera a la historia, como la Generación del 28.

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