Columna de Rafael Rodríguez Olmos
El PSUV
Ciertamente la soberbia y la prepotencia del pana Hugo,
lo llevó a cometer uno de los más graves errores en los que se pueden incurrir
en política: crear un partido político.
En descargo del Arañero, creo que él, sustentado en su gran capacidad de
convocatoria y en su autoridad política y moral, supuso esa condición para
creer que con solo decretar o tocar cualquier cosa, se convertía en maravilla,
en panacea, en respuesta. Una especie de Rey Midas de la política. Aunque lo
cierto es que cometió el más antidialéctico de los errores, el más
antihistórico, el más antimarxista. Y este error lo comete justo cuando
percibió que el MVR había cumplido su papel histórico y se hacía pequeño para
el proceso a futuro. Como mesiánico al fin, tenía conciencia de por dónde iba y
en consecuencia necesitaba de una plataforma que fuera el enlace entre él y el
pueblo, en vías de la construcción no solo del socialismo, sino del nuevo
Estado, tema que por cierto solo abordó en dos oportunidades, pero que sin duda
estaba en su complicadísima y convulsionada cabeza.
Es la razón por la que crea el Psuv. En mi opinión creyó
que no había tiempo para que una militancia activa y en formación, fuera dando paso,
en razón de la propia práctica, a la construcción de un partido, que sin duda
hubiera ocurrido, pero mucho tiempo después.
Chávez en esa desesperación que a veces lo invadía porque
las cosas no se resolvían en el tiempo requerido, sintió que si era él quien
creaba el partido y ponía al frente a quienes consideraba los mejores, esa
organización cumpliría efectivamente la difícil tarea de contribuir a la
construcción del hombre nuevo. Sin duda, su mesianismo lo confundió.
A estas alturas, con toda seguridad que ni siquiera el
Psuv sabe lo que es. Escribieron un libro rojo que la mayoría no leyó, pero los
que lo leyeron, prefirieron esconderlo en algún lugar donde pudiera servir para
encender la fogata que cocinará la parrilla, cuando se toman los güisquis.
¿Cuál es la composición del Psuv?
Veamos:
1) Un grupo son arribistas que
no creen en nadie, sino en sus propios intereses, que indefectiblemente es
dinero y poder. No son de derecha ni de izquierda. En esencia son delincuentes
disfrazados de gente decente. 2) Adecos y algunos pocos copeyanos que
avizoraron la muerte de la Cuarta República y se enchufaron en el Psuv, pasando
por cierto a obtener cargos de poder. Como anécdota, el primer jefe de la
fracción parlamentaria del MVR en el último Congreso de la República, era un
dirigente adeco de Barinas. 3) Gente de izquierda con formación pero sin
conciencia del poder, que se conforma con vegetar en algo en donde nunca será
nada, más allá de un nombre y una jalada de bola eventual para que se sienta
importante. 4) Gente de izquierda sin formación que busca un resquicio para
arrimarse al poder y ponerse a la orden del jefecito, aunque éste lo patee cada
vez que quiere. 5) La “izquierda” histórica, un montón de fracasados
controlando sus cuoticas de poder y persiguiendo a las nuevas generaciones de
revolucionarios. Para eso quedaron. Menos mal que nunca controló el poder en el
país en la década del 60 y 70. 6) Los militares. Una vaina antinatura donde
gente que no tiene idea de la política, se convierte en la dirección de un
partido político que se supone de izquierda. Por naturaleza y por formación, no
está en los militares impulsar debate alguno, mucho menos el juego democrático.
Los militares funcionan por cúpulas. Todo el que esté en esa cúpula pertenece a
una promoción, y es jefe si es más antiguo o menos antiguo, o si tiene poder.
Para ellos existe solo una palabra: “Entendido”. El 70% de ellos son de derecha
y otro 25% de ultraderecha.
El 5% restante se divide en chavistas de izquierda
y chavistas de derecha. Mal creeríamos suponer que impulsarán una elección de
alguna vaina en la tolda roja.
La estructura del Psuv es una copia al calco de Acción
Democrática, la extinta AD, que por cierto se mantiene viva parasitariamente,
como lamprea, pegada a Primero Justicia. Los nombres son distintos, pero ¿en
qué se diferencia un Comité Ejecutivo Seccional (CES-AD) de una UBCH? Todo en
la tolda roja es una copia de la AD de la segunda mitad del siglo pasado.
Incluyendo la aberrante figura de los miembros natos, según la cual todo el que
fue gobernador, es miembro nato de la Dirección del partido, una aberración que
viola todo principio democrático. Y ese vomitivo carnet, invento de los adecos
para administrar las cuotas del poder de arriba hacia abajo. Vaina más contrarrevolucionaria,
de derecha y vejante que esa no existe.
En el Psuv nunca ha existido eso que alguien llamó
Centralismo Democrático. De hecho, la única vez que se hizo una elección
interna, fue para escoger los candidatos a gobernadores. La segunda vez, no se
organizaron elecciones internas, sino que Chávez soltó aquel famoso “porque yo
lo digo”, ¿recuerdan? Muestra de su soberbia, y todo se acabó: resultado de
esos comicios dos tercios de los gobernadores son militares impuestos por el
“porque yo lo digo”.
Jamás hubo una preocupación por convocar a un debate
interno sobre el funcionamiento del partido, ni siquiera la necesidad de que se
escogiera una nueva dirección que pudiera corregir los entuertos, y que además
es lo sano. Siempre será lo más prístino. De tal manera que las autoridades del
partido han sido escogidas por el método de la cooptación, que no es otra cosa
que un dedo caudillista que apunta a quién será el bendecido y quién será el
maldecido.
Tras tres derrotas consecutivas, sin hacer planteamiento
de ningún tipo, sin hacer cuestionamiento de ningún tipo, sin análisis de
ningún tipo, se vuelven a elegir a las autoridades del partido sin consultarle
a nadie, sin ir a las bases. Simplemente los responsables de las derrotas,
nombran a sus aliados en cargos distintos en la superioridad del partido, y los
caudillitos en cada estado, escogen quién va y quién no va. Hace poco releí la
historia del gran Emiliano Zapata y copie en mi teléfono una frase: “La
ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que
rebaños de esclavos para la tiranía”
Creo que a estas alturas, está suficientemente claro que
el Psuv no tiene ningún interés en una revolución, mucho menos en el desarrollo
del poder popular, ni en la construcción del socialismo. Necesita perpetuarse
en el poder y para ello pactará, no importa con quien sea. Están convencidos de
que el Estado es algo mucho más complicado que permitir a una comuna ir
construyendo desde las bases. Y además, su soberbia los lleva a estar seguros
de que el pueblo siempre necesitará de ellos, como la vanguardia que puede
dirigir este proceso, cuya definición comienza a hacerse imposible.
Era militante de izquierda cuando la gente en los barrios
machacaba un chesse tris para echarle a los espaguetis para que supiera salado.
También salcochaban bollitos. Con el agua de la salcochadura, le ponían azúcar
para darle tetero a los chamos; y si le picaba ají dulce y cebolla, lo comían
como una sopa. Jamás pensé que regresaríamos
a esa hambre, a esa de la Cuarta República. Era uno de los orgullos de
Chávez decir que habíamos superado esa etapa. Qué sentiría si viera que
nuevamente en Venezuela hay gente que se acuesta sin comer.
Claro, para todo el que denuncie, o el que cuestione,
también el gobierno y su partido crearon el más genial de los disfraces, las
expresiones a través de sus medios de comunicación: 1) son enemigos de Chávez y
su legado, y 2) Son contrarrevolucionarios agentes de la CIA que coquetean con
la oposición.
Por tener algunos componentes del socialismo, el fascismo
tiene una extraordinaria capacidad para disfrazarse. Toma medidas populistas y
paternalistas, pero niega toda posibilidad de debate y sobre todo, de ascensión
del poder popular.
En todo caso, siempre el sujeto histórico será el pueblo,
que es por definición el poder constituyente.
Pero quizás allí entre lo que yo llamo el síndrome de la
ceguera y la debilidad, no está viendo lo que se avecina y cuando llegue el
fascismo, lo encontrará débil peleando por minucias.
Obligadamente debo regresar al gran Emiliano Zapata: “Si
quieres ser águila, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites
cuando te aplasten”.
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