Columna de Eduardo Fernández
El Papa y
Venezuela
El Santo
Padre habla muy claro. No necesita que lo interpreten. El domingo 27 de marzo,
día en el que la Iglesia celebra la resurrección del Señor, el Papa se refirió a Venezuela.
Cito textualmente las palabras del Papa Francisco:
“Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor: su hijo,
Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para todos. Que
su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las
difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus
manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando
formas de diálogo y colaboración entre todos. Y que se promueva en todo lugar
la cultura del encuentro, la justicia y el respeto reciproco, lo único que
puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.
Es de una claridad meridiana, transparente. Muy significativo que, en el
día más importante del calendario litúrgico de la Iglesia Católica, en su
discurso desde la Plaza de San Pedro, dirigido a la ciudad y al mundo, el Papa
Francisco se haya referido a un pequeño país del Caribe llamado Venezuela, con
paternal solicitud, para convocarnos a trabajar por el Bien Común, “buscando fórmulas
de diálogo y colaboración entre todos”.
No tengo palabras para expresar mi alegría cuando supe que la Asamblea
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela había colocado como punto
único en la agenda de la sesión inmediatamente después de la Semana Santa, la
consideración del llamado formulado por el Santo Padre.
Tiene toda la lógica del mundo. No podía permanecer indiferente la
representación de la soberanía nacional venezolana al llamado que desde la
Santa Sede se nos hacía, a los venezolanos, en esta hora tan crítica que
estamos viviendo.
Pero mayor fue ni alegría todavía cuando me enteré de que, luego de algunos
comprensibles intercambios propios del juego parlamentario, el acuerdo sobre la
declaración del Papa había sido aprobado por la unanimidad de los señores
parlamentarios. Es decir, el acuerdo fue aprobado con los votos favorables
tanto de la bancada de la nueva mayoría, liderizada por Henry Ramos Allup y por
Julio Borges, como por la bancada de los partidarios del gobierno liderizada
por el diputado Héctor Rodríguez y por el diputado Earle Herrera.
¡Qué buena noticia! Que mensaje tan positivo. Qué servicio tan importante y
tan trascendente le habría prestado el Papa Francisco a nuestro país, si como
consecuencia de su mensaje, nuestros líderes, tanto del gobierno como de la
oposición, entienden que debemos trabajar, todos juntos, por el Bien Común,
“buscando formas de diálogo y colaboración entre todos”.
Seguiremos conversando
@EFernandezVE
No hay comentarios:
Publicar un comentario