Columna de Eddo Polesel
Que hacer, como hacerlo y donde empezar
Venezuela, bajo las
circunstancias actuales, se encuentra en un túnel que cada día se hace más
angosto y oscuro, resultado de una triste experiencia que, desde 1999, se ha
venido haciendo más critica que no admiten excusas ni justificación alguna.
Cuadro de dificultades que se convierte en un imperativo para que los
venezolanos encontremos una vía que reconduzca el país a la paz cívica interna
y con la comunidad internacional, conformada por países con gobiernos que
actúan para el bien de sus ciudadanos y en concordancia con el interés de las
naciones afines a la cultura humanística sin constituirse, por cuestiones
ideológicas, en enemigo de ningún país independientemente del gobierno que
tenga, siempre y cuando, practique el principio de la convivencia pacífica.
Dentro de este cuadro hemos caídos de penuria en penurias y de un inaceptable nivel de inseguridad a todos los niveles y es comprensible que surjan, por parte de los afectados, entre otras, estas inquietantes preguntas ¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo? y ¿De dónde empezar? ya que, aun cuando en ausencia de informaciones oficiales sobre las variables económicas y sociales, tanto las evidencias como según acreditadas opiniones, estamos en la mayor crisis de la historia patria; y lo lamentable es que ha ocurrido cuando el Gobierno ha recibido el más alto ingreso de la historia por las exportaciones petroleras y hoy, a causa de un gobierno despilfarrador, nos encontramos prácticamente en ruina; desabastecidos, dependiente de las importaciones para comer, altamente endeudando, con una carga insoportable por un gasto público improductivo y una producción interna asfixiada, consecuencia de un sistemático castigo de las actividades privadas, en presencia de una devastadora corrupción, saqueo y dispersión de bienes del Estado.
Al respecto, debemos hacer memoria ya que también en 1989, al término de una década definida como la perdida que, según sostienen fuentes dignas de crédito -fue el principio y la causa de esta tragedia- también nos encontramos entonces con las reservas internacionales liquidas casi en cero, con una pesada deuda externa, con una economía contraída por los controles cambiarios y de los precios, el gobierno entrante se encontró frente a un colapso tanto de la economía como de las finanzas públicas y privadas por la total perdida del crédito externo que había venido gozando el país; confidencialmente se produjo en 1983, al final del Gobierno del Presidente Herrera, el primer despojo de los dieciséis mil millones dólares de las reservas de PDVSA, con el traspaso de esos recursos al Banco Central de Venezuela que, como otros tantos, se diluyeron en la devastadora obra de corrupción con el control de cambio bajo RECADI considerado la estafas del siglo; entonces nunca podíamos imaginar lo que nos esperaba a partir de 1999.
Debemos admitir que la situación en la que nos encontramos en 2015 ,es muchísimo más grave de la que cristalizo en 1989, porque ahora el gobierno se encuentra aislado del contexto de las nacionales pertenecientes al sistema financiero multilateral, creado al finalizar la segunda guerra mundial, para enfrentar las contingencias de países en crisis circunstanciales, con el agravante que, por ahora, tampoco el gobierno dispone de los mecanismos internos del dialogo social con las organizaciones privadas más representativa por el deliberado propósito de haber levantado un muro “protectivo” que ha causado esta polarización. Y ahora nos encontramos en un agitado mar con extrema dificultades de navegación, chocando con islotes desconectados; resultado, el país va a la deriva por el cumulo de dificultades de todo orden que -desde el régimen- se pretenden resolver con más de lo mismo.
Dentro de las pautas existentes en los tiempos de una democracia imperfecta, previas a este arrinconamiento, los organismos sociales más representativas de la sociedad organizada, entre los cuales los del sector empresarial, mantuvieron a lo largo de su dilatada existencia una actuación cónsona con las dificultades que venía atravesando el país, haciendo análisis oportunos y formulando, con base en nuestro caso, a los Principios Doctrinarios, propuestas recogidas en documentos hechos del conocimiento público y de la autoridades competentes, con especial atención a los fines supremos del país, para un progreso económico y social de todos sus habitantes . En efecto, desde el primer Documento aprobado por la Asamblea Anual de la Federación, en 1946, a dos años de su fundación, FEDECAMARAS presento al país un planteamiento principista denominado la LUCHA CONTRA EL PAUPERISMO que todavía hoy es válido y demostrativo de la principal preocupación de unos de los aspectos que han estado presentes en todos sus posteriores planteamientos.
A las preocupantes interrogantes que ahora se plantean trataremos de dar una orientación acerca de cómo hacerlo refiriéndonos, en las próximas entregas, a los siguientes documentos de FEDECAMARAS: 1983, ESTRATEGIA PARA EL DESARROLLO, Principios, Doctrina y Lineamientos Básicos. 1989,ANÁLISIS CARTA DE INTENCIÓN FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, FMI. 1990, TRANSFORMACIÓN INTEGRAL CONCERTADA -El Reto del País-; y finalmente, el de 1991, PROGRAMA DE AJUSTE ESTRUCTURAL -Análisis y Propuesta del Empresariado- Principales Políticas para alcanzar la Transformación Integral del País. Aun cuando hay coincidencia con la situación que tuvimos que enfrentar en 1989, no cabe la menor duda, que el tamaño del actual desafío necesita del sobrehumano esfuerzo de todos los venezolanos de buena voluntad; a ese llamado dedicaremos la energía que nos queda, con la esperanza de contribuir a la recuperación moral y material del país, y de los fines supremos de la Patria que nos cobije a todos sin distingo, según lo consagra los Derechos Fundamentales del hombre consagrados en los Principios Fundamentales de la Constitución.

No hay comentarios:
Publicar un comentario