Estado de Excepción y Sufragio
Por Douglas Zabala
Por fín, entre
gallos y medianoche, y con la oferta demagógica de construir la nueva frontera,
el Presidente Nicolás Maduro, procedió al cierre del paso fronterizo de
Paraguachón en el estado Zulia, decretando tal como todo el mundo lo
presagiaba, la imposición de otro Estado de Excepción. El Ejecutivo
Nacional en su incapacidad y nerviosismo por el rechazo
a su gestión, manifestada por los venezolanos y de forma muy puntual por
nuestro pueblo zuliano, ha iniciado una serie de medidas efectistas, que en
definitiva agravaran más la crisis de desabastecimiento, escasez y colas,
impuestas por sus erráticas gestiones desde la Gobernación y Miraflores.
Siempre será
necesario alertar sobre los riegos de violación a los derechos humanos,
que traería consigo ordenarle al Comando Estratégico Operacional de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), girar instrucciones
pertinentes a los Comandantes de las Regiones de Defensa Integral, para
restringir el desplazamiento fronterizo de personas, tanto por vía terrestre,
aérea y marítima, así como el paso de vehículos, en los municipios donde
se impuso el Estado de Excepción, ya que estas medidas chocan con las
mismas excepciones de beneficios a nuestros indígenas, quienes en definitiva
representan el 80% de los pobladores de las zonas bajo el régimen
militar.
Alegar que el
Estado de Excepción surge como mecanismo para seguir avanzando en la
liberación de delitos, criminales, paramilitares y contrabandistas,
revelan el estruendoso fracaso tanto del gobierno nacional, así como el
del propio Franciscos Arias Cárdenas, quien desde su llegada a la gobernación,
ha impuesto un sin números de controles, que a todas luces fueron inocuos, en
la verdadera lucha contra los flagelos señalados en territorios donde el pueblo
Wayúu, tiene sus propias pareceres culturales y tradiciones ancestrales, entre
otras, las de transitar libremente no sólo por la frontera, sino por su gran nación
indígena colombo - venezolana.
No deja de ser
oportuno, alertar a la opinión pública regional, nacional y hasta
internacional, para que voltee la mirada hacia estos Municipios fronterizos,
donde se ha impuesto sin justificación alguna este Estado de Excepción.
Ordenar movilizar 3 mil funcionarios de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, para proteger el paso fronterizo en esa región zuliana, por
demás susceptible de hechos violentos, pudiese convertirse en el detonante de
un drama humanitario, de peores dimensiones como el vivido en los Municipios
Bolívar, Ureña, Junín y Capacho del Estado Táchira.
El derecho de
nuestros hermanos Wayúu y del resto de los habitantes de Guajira, Mara y
Padilla, a la vida, al debido proceso, a no ser incomunicados ni torturados y
su derecho al sufragio, entre otros, no pueden ser violados ni aun bajo un
Estado de Excepción, de acuerdo a los artículos 337, 338 y 339 de la
Constitución Nacional y al artículo 7 de la Ley Orgánica de Estados de
Excepción. Debe tomar en cuenta el Presidente Nicolás Maduro y el mismísimo
Gobernador del Estado, Coronel Arias Cárdenas, que en el supuesto
tangible de producirse la violación de esos derechos, ellos se tipificarían
como delitos que no prescriben.
La grave crisis
económica provocada por la ceguera y terquedad gubernamental en mantener
su política cambiaria, así como los excesivos controles sobre la economía, no
podrán superarse con simples cierres de fronteras. Por ese camino
terminaremos cerrando nuestras fronteras marítimas, y aun así, caeríamos en el
mismo punto de origen de esta crisis que afecta a toda la sociedad y de forma
más despiadada, a los sectores de menor poder adquisitivo.
Ya está
consumado el hecho, le toco al Zulia y vienen por más. El gobierno
pudiese estar realizando estos actos, como ensayos previos a la aplicación de
un Estados de Excepción General, donde incluso se suspenda el derecho al sufragio;
esto con el fin de evitar el pronunciamiento que está resuelto a dar la
mayoría de los venezolanos este 6 de diciembre del 2015.

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