COLUMNA DE ANTONIO
ECARRI BOLÍVAR
Y… ¿por qué no hablamos con Raúl?
Antonio
Ecarri Bolívar
Antes de recibir alguna andanada de insultos, de parte
de los “ultras” de ambas aceras del cotarro político vernáculo, quisiera dejar
claro que mediante este artículo no estoy haciendo ninguna propuesta concreta
para que la alternativa democrática venezolana inicie conversaciones con el
todopoderoso Jefe de Estado cubano, Raúl Castro, sino que quiero utilizar el
método mayéutico socrático que es - para los comunistas urbi et orbi - el de la
conocidísima dialéctica marxista, a ver si en alguna vuelta de chipola nos
toman en cuenta en el ámbito internacional.
En efecto, Sócrates empleó el método mayéutico que es
una técnica consistente en interrogar a una persona para hacer que llegue al
conocimiento a través de sus propias conclusiones. Este proceso de descubrimiento,
del propio conocimiento, es la mismísima dialéctica marxista y es de carácter
inductivo. Empecemos, pues.
Primera pregunta inductiva: Si es cierto, lo que las
buenas y malas lenguas afirman – incluyendo a un Editor de mi mayor afecto -
que a los cubanos se les da importancia, tanto en la Comunidad Europea como en
el Departamento de Estado gringo, no por la azúcar que medio producen, ni por
el tabaco que ya ni Fidel fuma, sino por su influencia en el alto gobierno
venezolano. ¿Por qué entonces, pregunto, la MUD se empeña en dialogar aquí, en
vez de hacerlo en La Habana previa audiencia solicitada en la Embajada martiana
en Caracas?
Segunda tratativa de inducción: Si el gobierno de USA
no quiere dialogar con Maduro, ni con la oposición venezolana porque le
parecemos muy poca cosa, mientras, en cambio, el Presidente Barack Hussein
Obama Jr, se dejó de malos ruidos y se reunió con Raúl Castro en la Cumbre de
Panamá, ¿por qué no le pedimos, entonces, a Raúl Castro que nos permita hablar
con Obama o le pedimos a Obama que nos deje hablar con Raúl, a ver si
enseriamos el diálogo en Venezuela, con miras a la irreversible transición que
se va a operar aquí en poco tiempo?
Tercera y última inducción: Si a pesar que los cubanos
nos invadieron por Machurucuto – que me perdone el recordatorio mi pana “el
macho” Pérez Marcano – y nosotros no le devolvimos el “favor” metiéndonos en su
isla por Playa Girón, sino que fueron los “imperialistas mesmos” con sus
“gusanos” quienes cometieron el atropello; vuelvo, entonces, con Sócrates a
preguntarles, ahora a los camaradas isleños: ¿por qué no se reúnen con nosotros
y sí lo hacen con los representantes de la terrible águila calva gringa que se
les metió por Bahía de Cochinos?
El diálogo de Obama con Raúl en Panamá fue de
antología, la prensa internacional lo reseñó así: Obama dijo a su homólogo
cubano que: “obviamente, esto es un encuentro histórico (...) Ahora estamos en
condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro”. Por su parte, el
presidente de Cuba, Raúl Castro, dijo a Obama: "todo se puede discutir,
pero EEUU y Cuba pueden diferir de vez en cuando. Es posible que hoy
discrepemos en algo en lo que mañana podamos estar de acuerdo”.
Entonces, Obama: ¿por qué no seguimos haciendo
historia y nos meten en el paquete? Óyeme tu Raúl, mi sangre, ¿por qué no
comenzamos a discutir las cosas sobre las que hoy discrepamos, pero que mañana,
después de la transición, podamos estar de acuerdo?
Obama o Raúl, Raúl u Obama, aquí en Venezuela todavía
queda gente con dignidad que no permite que negocien a sus espaldas, a traición
y sobre seguro. Y, entonces… ¿por qué no hablamos con Raúl?... Sócrates, desde
el fondo de la historia, interroga.
@EcarriB
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