COLUMNA
DE HENRIQUE SALAS RÖMER
La suerte está echada
Por años he sostenido que no
habrá solución pacífica al drama venezolano sin una ofensiva diplomática que
comprometa a Cuba, y también a Estados Unidos y la UE.
Existen demasiados intereses
en juego para que el desenlace en Venezuela pueda ser puramente electoral. El
narcotráfico y las FARC campean en nuestro territorio; los préstamos chinos
amarran nuestras reservas minerales; armamento ruso genera dependencia del
antiguo enemigo; existen conspicuas relaciones con Irán, etc. Por complemento
están contaminadas o comprometidas nuestras instituciones, comenzando por un
CNE visceralmente partidizado, y una Fuerza Armada, cuya lealtad la garantizan
miles de funcionarios de inteligencia cubanos que vigilan noche y día a su
oficialidad.
Si Venezuela está cercada,
Estados Unidos y Cuba también lo están. Cuba, al avizorarse la desaparición del
masivo subsidio venezolano. Estados Unidos, al verse aislado políticamente de
los foros fundamentales del hemisferio.
Obama parece decidido a romper
el cerco… y algo más.
En agosto, puso en marcha en
Granada un plan para el abastecimiento energético dirigido a neutralizar la
petrodiplomacia.
En octubre por decreto
ejecutivo le otorgó un largo periodo de gracia a los “ilegales” que hacen vida
en su país, a fin de que puedan trabajar legalmente y poner sus papeles en
regla. Son cinco millones de seres, en su mayoría mexicana y centroamericana,
los que habrán sentido un alivio. También 30 millones de familiares que en sus
países de origen reciben remesas y estarán hoy dándole gracias al Tío Sam.
En diciembre, Estados Unidos
reestableció relaciones diplomáticas con un régimen cubano, ansioso de abrir
las puertas al capitalismo.
El 4 de marzo, Estados Unidos
firmó un “Acuerdo para la Prosperidad” con Guatemala, Honduras y El Salvador.
Pocos días después se produjo
una aparente contramarcha cuando Obama emitió un decreto dirigido al corazón
mismo del régimen venezolano, y lo hizo en las vísperas de la Cumbre de las
Américas donde, se anticipa o anticipaba, que el primer mandatario
estadounidense y Raúl Castro se darían un abrazo planetario.
Como siempre un paréntesis.
Quienes nacimos hace unos cuantos años, recordamos los intensos bombardeos
sobre Hanói que precedieron la firma en París del acuerdo que dio fin a la
guerra de Vietnam.
Cuando se está negociando,
cada parte intenta plantear sus intereses desde la posición de mayor fuerza
posible.
Cuba, para presionar a Estados
Unidos, pudo haberle ordenado a Maduro, el martes de Carnaval, actuar sin
contemplaciones contra los manifestantes y a arrestar al alcalde Ledezma. La
orden se cumplió, Ledezma está preso y un muchachito de 14 años fue masacrado.
El Decreto de Emergencia
emitido por la Casa Blanca parece ser el inicio de una respuesta. El copioso
arsenal de información que posee Estados Unidos ha comenzado a salir a la luz
pública, horadando las resistencias que inicialmente suscitó el anuncio de la
Casa Blanca.
El régimen cubano quiere una
apertura económica…pero sin renunciar a sus prerrogativas políticas; Estados
Unidos no solo persigue romper el aislamiento al que viene siendo sometido.
También desea la paz en Colombia y la normalización de la democracia en
Venezuela.
De parte y parte, el bombardeo
ha comenzado. La suerte está echada.
hsr.personal@gmail.com
@h_salasromer

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