Columna de Rafael Rodríguez Olmos
El taradismo
y la incoherencia
No nos debería extrañar si llegó un segundo avión
el viernes a Panamá desde tierras del Big Brother. Con toda seguridad que venía
cargado de alguna pomada antiinflamatoria y analgésica, para que el Premio
Nobel de la Paz se untara por todo el cuerpo. Literalmente debió ser la mayor
golpiza que recibe un mandatario estadounidense, luego de asistir a un
encuentro, que por cierto resultó ser el más importante de todos los que se han
realizado.
El jueves decía en mi programa de radio que Obama
iría a la VII Cumbre con plomo en el ala, porque ya había salido vapuleado del
encuentro con los países de Petrocaribe en Jamaica. Pero incluso antes, ya
sabían que solo los cubanos aportaron tres millones de firmas a la etiqueta
“Obama deroga el decreto ya”; sabían incluso que el pana Nicolás llevaba en las
alforjas un pelo más de diez millones de firmas.
Sé que no es dialéctico hacer comparaciones, pero
desde la revolución de la No Violencia de Gandhi para liberar a la India del
dominio inglés, no conozco otro proceso tan contundente y tan corto en tiempo
contra un imperio que lo haya obligado echar atrás. Chávez dijo en muchas
oportunidades que éramos una revolución pacífica pero armada. Recuerdo que el
tío Miguel tenía mucha claridad sobre el tema. Por allá a mediados de los 80 me
explicaba el problema de la paz. “No existe capacidad tecnológica –me decía-
para enfrentar a un monstruo como el imperio. Necesitaríamos cien años para esa
igualación y eso lo convierte en imposible. Pero tenemos un arma mucho más
contundente y es la fuerza moral que le puede imprimir la palabra al combate
como el mayor mecanismo de convencimiento. Siempre tienes que apostar a la paz
porque el enemigo se alimenta de la guerra y nunca debe permitir que lo jalen
por ese camino. Incluso, cuando comience a diseñar la estrategia, deben partir del convencimiento de la necesidad de la paz, pero la paz como
un arma para combatir. No olvide que en el sermón del monte, Jesús exclamaba: “Bienaventurados los que procuran la paz, pues Dios los llamará hijos
suyos”.
¿Y acaso no fue eso lo que hizo Gandhi con la
propuesta de la desobediencia civil? ¿Y acaso que los ingleses no debieron
echar atrás a pesar de la brutal represión que estaban cometiendo y que el
mundo entero observaba? Eso ocurrió a
mediados de siglo pasado como una tecnología que apenas nacía. Las redes
sociales de hoy demostraron al imperio que también sirven para darles en la
madre.
Y por otra parte, creo que por primera vez todo
le sale bien a los países latinoamericanos y del Caribe en uno de estos
encuentros con el Gran hermano. Y eso tiene sin duda una lectura: la unidad como
una necesidad fundamental de lucha.
Ahora, si alguien creyó que esta derrota va a
amilanar al imperio, obviamente no lo conoce. La historia nos cuenta que el
imperio viene de derrota en derrota y no por ello se amilanó. Nacido a
principios de siglo pasado, no fue como pretenden hacer creer el gran
victorioso de la Segunda Guerra Mundial, sino los soviéticos que además
pusieron la mayor cantidad de muertos; y los ejércitos europeos. Combates del
Army gringo como tales, los hubo en el Pacífico contra Japón a finales del
conflicto y todos sabemos que ya era un Japón derrotado. Después de la Guerra
Mundial, en los 50 salieron con las tablas de la cabeza de la guerra de Korea;
luego vino Vietnam, la gran derrota. En Irak no hubo guerra porque su ejército había
desaparecido. En Santo Domingo fue una invasión, en Granada cometieron un
genocidio, en Panamá igual, lo mismo que en Libia donde pusieron los reales y
los aviones pero no los hombres; y no le echaron bola a Irán porque las cuentas
le decían que Vietnam iba a ser una tea party comparado con lo que se
encontrarían allí.
La característica de los gringos en sus cien años
de imperio, ha sido el genocidio, el saqueo, el robo, la confiscación, el
despojo, pero nunca el combate porque a pesar de sus tecnologías, no les ha ido
bien. Obviamente, para ellos nunca
tuvo valor el proverbio bíblico que dice: “más
vale comer pan duro y vivir en paz, que tener muchas fiestas y vivir peleando”.
Y precisamente partiendo de allí es que debemos
pensar en lo que va a ocurrir, por el peligro que representa un monstruo
herido. ¿Por dónde vendrán? No lo sabemos. Pero acabamos de obtener la mayor
victoria política que se le propina al imperio desde Vietnam, en forma
pacífica. Y eso no lo perdonarán.
Es importante tener en cuenta que Estados Unidos
tiene una cultura del magnicidio. Por qué no pensar que la ultraderecha de ese
país –que es muy fascista- piense que ya el negrito premio nobel no les sirve y
decida sacarlo del camino. No es el primero que matan. Aunque muchos no lo entiendan,
esa derrota política duele, y mucho, sobre todo en esta coyuntura.
El otro gran derrotado –una vez más- en la
oposición venezolana. Siempre que habló de ellos me recuerdan a Mafio y sus Pandilleros, aquella
comiquita llamada Los Autos Locos, donde los bandidos manejan un sedán 1920
llamado Chugabum. Pues esta
oposición, es la mayor expresión de estupidez que haya conocido en mi vida. Ya
ni siquiera trato de entender qué es, y si es posible juntarlos a todos para
sacar uno completo. Ese montículo de taradismo y de incoherencia, fue lo que
hizo que Obama actuará directamente en la desesperación imperial de salir de
Maduro y del chavismo.
Y al igual que pasó con Henrique Capriles que los
terroristas quisieran ver muerto, ya debe estar pasando con Obama. Dirán que es
procubano y que los dejó solos. Es una oposición que nunca ha tenido la
capacidad de pensar, de analizar, mucho menos de entender. Están inmersos en su
mar de contradicciones, sin darse cuenta que el país avanza y que además les
pasa por encima.
Oportunidad de oro tenemos en estos momentos. Y
es tiempo de regresar a Venezuela a combatir la guarimba económica que está
golpeando muy duro. Es necesario diseñar una estrategia y avanzar en ella con
toda celeridad. Incluso para que cuando el Big Brother vuelva a atacar,
tengamos mucha más contundencia para resistir.
Caminito de hormigas…
Las maniobras de González y Scarano contra los Salas no solo
quedaron al descubierto, sino que tendrán una marcada influencia en los
resultados de las primarias. Las encuestas dan como ganadores a los candidatos
respaldados por Proyecto Venezuela en los circuitos 1, 2,4 y 5… Salvatore
Lucchese se la juró a Enzo Scarano. No le perdona la traición en la cárcel.
Tiene verbo encendido, recursos y una capacidad de movilización que tiene a más
de uno preocupado. Van por el mismo circuito (3). “En la cárcel se conoce
verdaderamente a una persona, incluso más que a tu propia esposa”, dijo.
¿Después de 10 años? A buen entendedor. Por cierto, me dicen que Scarano no
está enfermo de la próstata como dijo. Y me aseguran además que tanto él como
Pablo Aure serán inhabilitados… No es
distinto en Caracas. La MUD ya no sabe cómo controlar los ánimos. Me dicen
que a Chuo Torrealba lo tiene a punta de Gotas del Carmen y Valeriana, 25 cada
seis horas, alternadas… La empresa Diana está en graves
problemas. Hace poco fue sacado esposado por funcionarios del Sebin, el gerente
de Diana San Carlos, Cojedes, por choro. Además de eso, descubrieron un mega
guiso, porque la empresa compra Soya con dólar 6,30 para elaborar aceite en la
planta en Valencia, pero resulta que la soya es desviada a Polar donde la
venden a dólar negro. Suponemos que ya
tanto Nicolás como el ministro Bello conocen de esto. Y si no lo sabían, ya se
los informé…
Recomiendo volver a ver El
Padrecito, película de Cantinflas de 1964. Está totalmente vigente. Es una
crítica social extraordinaria.
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