Tres
regalos
Gladys Valentíner
“Trabaja
y sueña, que soñar es bueno;
trabaja
y piensa, que pensar consuela.
No
ames ni esperes lo que ya es ajeno,
Madre
eres tú: pariste a Venezuela” J.R.P.
Cuentan los hechos históricos
que la fecha de fundación de nuestra Valencia
es el 25 de marzo de 1555, y por la fiesta de la Iglesia Católica que se
celebra ese día, el nombre de esta urbe es
Nuestra Señora de la Anunciación de la Nueva Valencia del Rey. Desde
hace décadas esta querida ciudad ha sido considerada como la Capital Industrial
de Venezuela. En tres oportunidades ha sido capital de la República y durante
las guerras de independencia fue escenario de importantísimos acontecimientos,
destacando por su significado histórico
la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821 y luego, el 30 de junio de
ese mismo año, fue la primera localidad del país en haber constituido un
Concejo Municipal.
Tenemos
una ciudad rica en historia y protagonista principal de los más grandes cambios
que ha vivido Venezuela, pero da la impresión de que con el devenir de los
años, ante el supremo interés político gubernamental y ciudadano de cuidar,
proteger, impulsar, proyectar y engrandecer a nuestra ciudad, sus raíces, a su
gente, sus instituciones y sus riquezas culturales, históricas y de
infraestructura; lamentablemente han prevalecido los intereses
político-partidistas, los proyectos personalistas y el antivalor de la
corrupción.
Valencia,
mi amada y querida ciudad, en tu cumpleaños 460 yo pido para ti tres regalos:
1) El rescate de tu magnífico escudo de armas. 2) La designación del cronista
de la ciudad y 3) Que todos quienes por una u otra razón hayan prometido
salvarte, engrandecerte, embellecerte, cuidarte, preservarte y protegerte,
honren sus compromisos asumidos, porque estoy plenamente convencida que tú les
has dado a ellos en abundancia todo cuanto han podido usufructuarte gracias a
tus potencialidades y bondades.
Quien
hoy gobierna la municipalidad, durante su campaña ofertó a los valencianos que
iba a rescatar el escudo de armas de Valencia. Pues bien señor alcalde, estamos
esperando el cumplimiento de esa promesa y seguramente miles de valencianos lo
apoyaremos en esa cruzada, porque los valencianos nos negamos a portar símbolos
que no nos representan en lo absoluto y que hoy existen solo porque uno, o
varios, en un momento dado y sin justificación alguna, tuvieron una caprichosa
ocurrencia.
Es
lamentable que Valencia arribe a sus 460 años y no tenga cronista. Desde el 28
de mayo de 2013, cuando falleció el Dr. Guillermo Mujica Sevilla está el cargo
sin titular y la responsabilidad de esa designación reposa en los integrantes
del Concejo Municipal. Por lo tanto, invito a los actuales ediles valencianos a seguir el ejemplo,
asumir las enseñanzas e imitar la magnanimidad del Concejo Municipal de 1955 y
no sigan permitiendo que nuestra historia continúe sin historiador.
La
Valencia de hoy, sucia, desordenada, insegura, oscura y descoordinada, no es la
que nosotros queremos tener, ni amar y mucho menos vivir; la actual gestión
municipal no ha cubierto las expectativas. Señor alcalde, mantenga siempre
presente que el nivel de exigencia de los valencianos es del mismo tamaño de
sus esperanzas. Usted está a tiempo de darle un giro favorable a su gestión, no
olvide que en muchas ocasiones la situación no va ligada al tema de la
insuficiencia presupuestaria o económica, sino a principios de voluntad
política, optimización de recursos, sana administración y la conformación de un
equipo a la altura de las exigencias de la ciudad, como lo hizo Paco Cabrera,
quien soñaba y trabajaba para hacer realidad sus sueños.
Sumemos
voluntades y evoquemos al poeta José Rafael Pocaterra cuando al finalizar su
discurso del Cuatricentenario le dijo a Valencia que no implorara ni rogara
nada de lo que le pertenecía. “Madre eres tú: pariste a Venezuela.”
@gvalentiner
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