Valencia en letras
Fe
y Oración
Gladys
Valentíner
"La
oración es la mejor arma que tenemos;
es
una llave que abre el corazón de Dios".
San
Pío de Pieltrecina
Hoy,
sin lugar a dudas vivimos en una permanente angustia y en los tiempos de adversidades
debemos enfocar nuestra mente y nuestro espíritu en la oración. La oración es
un acto de fe que fortalece y nos conduce a encontrar respuesta a nuestras
calamidades, pero también, a través de ella, podemos agradecer las bondades y
bendiciones recibidas. Y es que la oración oxigena nuestra conciencia,
haciéndonos más humanos, racionales y justos.
El
valor de la oración y la fe es indescriptible, indescifrable e inimaginable. Y
no me refiero al valor cuantitativo, sino al grado de utilidad y
aptitud que poseen ambas virtudes para satisfacer necesidades y proporcionar
bienestar. Estos actos son una fuerza que al practicarlos con eficacia y
perseverancia generan efectos positivos en lo individual y en lo colectivo.
Todos
los ciudadanos, indistintamente de la religión que profesemos, estamos llamados
a orar, en el caso de la religión Católica, que según su año litúrgico
actualmente celebra la cuaresma, tiempo de conversión, el Papa Francisco, los
cardenales, obispos, sacerdotes,
seminaristas y las religiosas, nos invitan de manera reiterada a mantenernos en
oración.
La
oración permite acercarnos a Dios, es un puente que conduce al contacto directo
con él. Las oraciones llegan y no hay nada que pidamos a Dios por medio de la
oración con fe que él no nos conceda. Y es que Dios se encuentra a solo una
oración de distancia de cada uno de nosotros. Si estamos en una situación
difícil de manejar, podemos consultar a Dios por medio de la oración y de esa
forma aseguramos la correcta solución, porque él abre el entendimiento. La
oración es el arma indestructible que
tenemos los hombres y es por eso que debemos aferrarnos a este virtuoso valor.
El
martes 24 de febrero el país se conmovió con la noticia del asesinato del
adolescente de 14 años Kluiverth Roa, crimen cometido por un funcionario de la
PNB en San Cristóbal. Su familia probablemente no encontrará la respuesta al
por qué sucedió este lamentable y repudiable hecho, pero en la oración
conseguirá el mejor refugio para desahogar su dolor, hallar consuelo y llenar
el vacío de la desaparición física de Kluiverth.
Por
testimonios sabemos que los presos políticos Leopoldo López, Daniel Ceballos,
Simonovis, la juez Afiuni, el general Baduel, los estudiantes, los policías
metropolitanos y otros, entre ellos los ex carcelados Enzo Scarano y Salvatore
Lucchese, han soportado el confinamiento y las torturas porque se han refugiado
en la oración y la fe, aspectos que han fortalecido sus almas, sus espíritus de
lucha y sus mentes, permitiéndole visualizar el mejor desenlace posible a sus
casos particulares y a la agobiante crisis que vive Venezuela.
Al
amigo Antonio Ledezma, nuevo preso político del gobierno, y a su familia, los
invito a fortalecerse con la oración. A todos los venezolanos los invito a
orar, a permanecer en cadena de oración de forma individual, en grupo, en
familia.
Considero
propicia la ocasión para referirme a las sagradas escrituras que en el
evangelio de Mateo (18:19-20) nos dice: Os aseguro también que si dos de
vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo
conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Hoy
más que nunca creo que los venezolanos debemos hacer nuestra la oración de San
Francisco de Asís, porque necesitamos ser instrumentos de paz, de amor, de
perdón, de unión, de verdad, de fe, de esperanza, de luz, de alegría.
Suscribo
las palabras del Papa Francisco: “En este tiempo de gracia los invito a que
oren más y hablen menos…”
@gvalentiner
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