COLUMNA DE EDUARDO FERNÁNDEZ.
Elecciones parlamentarias
Es bueno
recordar que la Asamblea tiene funciones muy eminentes: legislar, controlar la
marcha de la administración y servir de escenario para la discusión de los
asuntos de gran interés nacional.
Ahora bien,
todo depende de cómo abordemos esta campaña. Si la reducimos a una nueva
escaramuza para medir fuerzas en un esquema que refuerce la polarización entre
el Gobierno y la oposición, estaremos perdiendo una gran oportunidad.
La campaña
electoral para renovar la Asamblea Nacional debe ser la oportunidad para una
discusión de altura sobre la grave crisis que está atravesando al país. No
puede limitarse a un torneo de insultos y de descalificaciones recíprocas.
A los
electores seguramente los motivaremos más para que cumplan su deber cívico de
votar si presentamos buenas ideas y buenos candidatos. Ideas que sirvan para
resolver los problemas políticos, económicos y sociales que estamos sufriendo y
candidatos que no solo tengan calificación política, intelectual y profesional,
sino que además sean verdaderamente representativos de las inquietudes
colectivas.
Tanto el
Gobierno y los partidos que lo respaldan como la oposición y los partidos que
la integran, deben hacer un esfuerzo por presentar las mejores ideas y los
mejores candidatos.
En los
últimos años el órgano legislativo del poder público representado por la
Asamblea Nacional ha sido reducido a una condición muy marginal.
Termino
recordando los nombres de algunos distinguidos venezolanos, ya fallecidos, que
le dieron lustre al parlamento venezolano: Andrés Eloy Blanco, Mario Briceño
Iragorry, Arturo Uslar Pietri, Miguel Otero Silva, Jóvito Villalba, Gustavo
Machado, Rafael Caldera, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, José
Antonio Pérez Díaz. Podría nombrar a muchos más. Quise quedarme en diez
solamente.
Ojalá la
próxima Asamblea Nacional esté a la altura de las circunstancias.
Seguiremos
conversando.
Eduardo Fernández
@efernandezve

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