La transición cubana.
por: HENRIQUE SALAS RÖMER
Pendientes
de la transición que se anticipa en nuestro país, muy pocos se han detenido a
analizar de cerca el proceso de transición en Cuba, al que estamos íntimamente
ligados.
El
proceso se inicia el 26 de julio de 2006, cuando Fidel, luego de viajar a
Argentina y al Oriente de su país, regresa enfermo y “es trasladado de
emergencia por un sangrado intestinal y sometido a la primera de varias
cirugías”.
Vista la
gravedad, designa a su hermano como Presidente interino del Consejo de Estado
de Cuba. Dos años más tarde, Raúl Castro asume formalmente el poder.
En
septiembre de 2010, Fidel, ya bastante recuperado, concede una sorpresiva
entrevista a The Atlantic en la cual confiesa que “el modelo cubano no sirve ni
para nosotros mismos”. En noviembre de ese año, Raúl, en un gesto inusual, se
reúne con las autoridades de la Iglesia Católica que han venido abogando en
favor de las Damas de Blanco, y ese mismo mes convoca el Congreso del Partido
Comunista a realizarse en abril de 2011: "El sexto Congreso, señala, se
concentrará en la solución de los problemas de la economía, en las decisiones
fundamentales de la actualización del modelo económico cubano que adoptará los
lineamientos de la política económica y social del partido y la
revolución".
En mayo
de 2011 el Nuncio Apostólico viaja a La Habana y en marzo de 2012, arriba el
Papa Benedicto XVI en viaje apostólico a Méjico y Cuba. Luego de las ceremonias
eclesiásticas, celebra una reunión privada con Fidel. Paralelamente, Cuba ha
venido presionando para que la Unión Europea abandone la Posición Común
adoptada en 1996 que compromete a sus integrantes a brindar "apoyo al
proceso de transición hacia una democracia pluralista y el respeto a los
derechos humanos dentro de la isla”. En 2008 se reanuda el diálogo político la
UE y en 2013 se inicia un proceso de negociación global.
Al margen
de las formalidades, ha ido creciendo el intercambio país a país, y Europa se
ha convertido, después de Venezuela, en el principal socio comercial de Cuba.
Para
quienes seguimos lo que acontece e incide en el hemisferio se va haciendo
evidente que los Castro persiguen una transición que, a la usanza de China y
Vietnam, conduzca a la liberalización de su economía, sin comprometer las
prerrogativas políticas del régimen. EE.UU. no es ajeno a este proceso.
Venezuela,
trocada en protectorado de Cuba, y Colombia, atenazada desde La Habana entre la
guerra y la paz, se convierten en cartas de negociación.
El colapso
de los precios petroleros acelera el desenlace. La noche del 11 de diciembre de
2014, John Kerry, Secretario de Estado (Canciller) de EE.UU. arriba a Bogotá y
el día siguiente sostiene una larga conversación con Juan Manuel Santos. Cinco
días más tarde, Barack Obama y Raúl Castro anuncian simultáneamente el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Santos ha
sido alertado de antemano.
Maduro en
cambio es sorprendido. Las cosas han cambiado. De regreso a Venezuela al
finalizar el viaje que lo lleva a China, Rusia y el Medio Oriente, el
presidente venezolano no puede detenerse como siempre en La Habana. Debe
regresar directamente al país.
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@h_salasromer

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