COLUMNA DE MARCOS MELÉNDEZ
PREDICCIONES 2015
Por Marcos Meléndez
Desde la antigüedad, la raza humana ha dado importancia a
la posibilidad de predecir el futuro. ¿Cuándo será el fin del universo? ¿Cómo
serán las civilizaciones futuras? Son preguntas que la humanidad ha tratado de
responder por la vía del razonamiento, la ciencia o la creencia mágico
religiosa.
Desde lo mágico religioso, las predicciones se hacen a
través del arte de la adivinación, y, en las ciencias a por medio de hipótesis
científicas que, mediadas por un método, se someten a comprobación o negación.
En el siglo XIX Carlos Marx, propuso uno para comprender el comportamiento
social y hacer hipótesis sobre su futuro. Este método lo llamó “materialismo
dialéctico”. Sería muy ambicioso plantear una explicación profunda sobre dicho
método en este breve espacio de comunicación; pero, para efectos de la idea que
se pretende concretar, podemos decir que se trata de analizar la historia a
través del análisis de las relaciones de producción y la lucha entre opresores y oprimidos, para
dar explicación a los hitos históricos, cambios de época y formas de cultura
del presente y del futuro.
No en vano Fidel Castro expresó una vez que un buen
político debía ser capaz de “ir al futuro y volver”; pero, para ir a ese
futuro, es necesario tomar como punto de partida el pasado y su relación con el presente, y, el presente en su relación con el futuro.
Por ejemplo: Estados Unidos inició en 2001 la ocupación de
Afganistán junto a sus socios de la OTAN. Trece años tres meses y veintiún días
después, concluye la “operación libertad duradera” con el único resultado de
haber atrapado y asesinado a Osama Bin Laden; quien por cierto, fue armado,
entrenado y financiado por el propio Estados Unidos para enfrentar a los rusos.
Esa diligencia de trece años en Afganistán, le costó a los
contribuyentes norteamericanos varios billones (si, billones con b) de dólares
y algunos daños colaterales entre los que se destacan el incremento de un 400%
de la producción de opio (que convirtió a ese país en el primer productor de
esta droga a escala planetaria) y la muerte de un número aún no determinado de
civiles de ese país.
En trece años de ocupación, Estados Unidos aumentó la
producción de droga Afgana, aún no ha determinado el número de víctimas civiles
y gastó billones de dólares para asesinar a un hombre de cuya participación en
los ataques terroristas perpetrados en Estados Unidos no está claramente
definida, pues los testimonios –de acuerdo a los informes de los propios
gringos- fueron obtenidos bajo tortura. A cualquier ser humano que lo priven
del sueño una semana mediante y luego lo sometan a descargas eléctricas en un
interrogatorio, terminará confesando que se echaba palos con Osama Bin Laden en
Afganistán aun cuando haya vivido sin salir de Boconó en toda su vida.
A la luz de estos datos, que no son inventados sino
producto de informes emitidos por los propios norteamericanos, es muy fácil
predecir los métodos y los resultados de una eventual ocupación norteamericana
en Venezuela como producto de un enfrentamiento interno entre compatriotas como
ha querido propiciar un sector de la oposición.
El año 2015 promete ser un año para probar la capacidad
diplomática del gobierno y la madurez política de su población. Es fácil
predecir que ante la implementación de los peajes y el necesario aumento del
precio del combustible, los mismos que en el pasado decían que era populista
subsidiar las autopistas y la gasolina, dirán que el gobierno está planteando
un “paquetazo” para lesionar al pueblo.
El gobierno, será puesto a prueba pues en el presente
presenta un alto nivel de control con un bastante cuestionable nivel de
eficiencia en la ejecución de esos controles. Se sabe que hay una guerra
económica, pero el primer trimestre del año es crucial para consolidar una
transformación interna que haga eficiente al gobierno por la vía de la negociación con la burguesía
local -que está paralizada trabajando en un golpe de Estado- o por la ruta del
incremento exponencial de la eficiencia y crecimiento de las empresas del
Estado con apoyo internacional. Lo cierto es que la tarea es de alto alcance
para ser realizada en corto tiempo.
La madurez de la población (chavista y opositora) también
será probada pues debe saber detectar el origen real de sus problemas
económicos cotidianos además de contextualizarlos con los problemas mundiales;
lo cual, no es una actividad que apasione a mucha gente, siendo más fácil
suponer que es un problema de cambio de gobierno.
La difícil economía que se avecina con el quiebre del
capitalismo mundial, la tensión entre los polos Estados Unidos- Unión Europea y
China-Rusia mas la caída en los precios del petróleo, traerán sus coletazos en
América Latina y en nuestro país, convirtiéndonos en un plato apetecible por el
hambriento capitalismo mundial a través de la fórmula de estimular convulsiones
sociales a lo interno.
El próximo año será el momento donde 15 años de revolución
en los que se ha sembrado en el pueblo
misiones sociales, masificación educativa, alimentación, distribución justa de
la renta petrolera, soberanía política y dos satélites en el espacio,
reclamarán de vuelta el reconocimiento de esos logros para que, llegado el
momento de decidir, la revolución pueda cosechar la confianza que se requiere
para superar cualquier reto.
Predecir el futuro del mundo es relativamente fácil, el
problema es que no existe “el mundo” sino que existen muchos mundos posibles de
construir y es tarea de nosotros decidir en cuál de ellos viviremos…
@marcosmelendezm
marcosleonardove@yahoo.com
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