Lumpen: ¿delincuente o policía?
Antonio Ecarri Bolívar
“El lumpenproletariado, esa escoria de los
elementos depravados que planta sus reales en las grandes ciudades, es el peor
de todos los aliados posibles. Esta chusma es absolutamente venal y
absolutamente desvergonzada(…).Todo líder de los trabajadores que usa a estos
sinvergüenzas como guardias o se confía a su apoyo se demuestra por esta misma
acción un traidor al movimiento.”
Presidente Maduro, si usted está leyendo
estas líneas, no piense que el epígrafe anterior fue escrito por Álvaro Uribe
Vélez, por algún paramilitar o el Embajador norteamericano en Caracas. No, lo
escribió Sr. Presidente, nada menos que uno de los dos padres del pensamiento
donde usted dice estar adscrito. Sí, fue el mismísimo Federico Engels quien lo
dijo para la posteridad.
Aclaremos, de una vez, para los ignorantes
o recién iniciados en el marxismo, ¡ah! y también para la derecha
borbónica, esa que trata a todo pobre con el mismo desprecio y le endilga el
mismo epíteto de lumpen, aclaremos digo, que la pobreza nada tiene que ver con
el sector social al que se refería Engel. Nos referimos es a esa parte de la
sociedad que Karl Marx definía en el Manifiesto Comunista como: “ese producto
pasivo de la putrefacción de las capas más bajas de la vieja sociedad, que
puede a veces ser arrastrado al movimiento por una revolución proletaria; sin
embargo, en virtud de todas sus condiciones de vida está más bien dispuesto a
venderse a la reacción para servir a sus maniobras”.
Desde que el chavismo tomó el poder he
venido advirtiendo que la utilización de individuos que viven entre ser policía
y ladrón o que militan en ambos bandos, esos quienes durante el día ejercen
como guardaespaldas de personalidades del oficialismo y en la noche utilizan el
arma para atracar iban a devolverse, tarde o temprano, contra quienes los han
utilizado como fuerza de choque.
No otra cosa acaba de ocurrir en Caracas -
con esa pequeña guerra desatada en Quinta Crespo - y seguirá ocurriendo
mientras existan policías profesionales, pues éstos ven con horror cómo sus
enemigos tradicionales, “les voleurs” de los que hablaba Engels, se escudan en
el carnet del PSUV o de un cuerpo policial para aparecer como sus pares en el
ejercicio de sus actividades diurnas y, luego, los enfrentan y matan por la
noche, en el mismo barrio, donde ambos grupos están obligados a convivir.
No creo que Marx y Engels fuesen
“racistas”, epíteto que usualmente utilizan los corifeos del régimen contra
quienes osamos oponernos a esta manera de hacer política y gobernar. Cito a los
padres del comunismo, para que no nos vengan a chantajear con esa jerga
farsante, según la cual, queremos denigrar del “pueblo participativo y
protagónico que milita en los colectivos”. Jamás hemos satanizado a los
colectivos ni a ninguna forma de organización del pueblo, pues conocemos a
algunos participantes en esas organizaciones que son verdaderos líderes
sociales y otros, ciertamente, realizan actividades culturales encomiables,
pero si nos atenemos a las declaraciones del Director del CICPC - de
insospechable militancia opositora - “hay algunos que han degenerado en bandas
delincuenciales”.
No sé si el jefe de la policía científica
mentía en el caso concreto, pero todo el mundo sabe que hay mucho lumpen
solapado en esas organizaciones para protegerse y enmascarar sus actividades al
margen de la ley y, lo más grave, es que personajes del más alto nivel
gubernamental utilizan a estos especímenes para “protegerse” y agredir a
opositores.
Si este gobierno sigue utilizando al
“lumpen” como sustituto ad hoc de la clase obrera no le arrendamos la ganancia
porque, en palabras del mismísimo Federico Engels, “todo líder de los
trabajadores que usa a estos sinvergüenzas como guardias o se confía a su apoyo
se demuestra por esta misma acción un traidor al movimiento.” Ya
estamos viendo cómo el viejo Marx y su pana Engels, en esta materia, como que
no andaban muy descaminados.
@EcarriB
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