COLUMNA DE ANTONIO ECARRI BOLÍVAR.
A 92 AÑOS DE SU
NACIMIENTO: CARLOS ANDRÉS MÁS VIGENTE QUE NUNCA
Antonio Ecarri Bolívar
Carlos
Andrés Pérez hoy estaría cumpliendo 92 años de edad, pues Nació en Vega de la
Pipa, jurisdicción de Rubio, Estado Táchira el 27 de Octubre de 1922, en el
seno de una familia dedicada al cultivo y comercio de café. Su padre fue
Antonio Pérez Lemus, un hacendado y comerciante de ascendencia española,
canario para más precisión, nacido en Chinácota, Norte de Santander, Colombia,
pero radicado en Venezuela desde fines del siglo XIX. Su madre Julia Rodríguez
era una venezolana nacida en Rubio, hija de un prominente hacendado local y
nieta de refugiados de la Guerra Federal provenientes de Barinas. Casados en
1905, el matrimonio de Antonio y Julia produjo trece hijos del cual Carlos
Andrés fue el penúltimo. Sus otros hermanos son Nicolasa, Ana Julia, Antonio
Rafael, Germán I, Ángela, Germán II, Jorge, Hugo, Luis, Francisco, Miguel Ángel
y Armando.
Carlos Andrés Pérez
desde su más temprana edad se incorporó a la lucha social, fue fundador del PDN
y de Acción Democrática, se desempeñó como Secretario Privado del compañero
Rómulo Betancourt cuando éste ejerció la Presidencia de la Junta Revolucionaria
de Gobierno en 1945, fue Diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Táchira,
Diputado al Congreso Nacional en varias oportunidades, sufrió cárcel y destierro
por sus convicciones democráticas y fue líder de la social democracia
internacional, llegando a ocupar la Vicepresidencia Mundial de la Internacional
Socialista.
Los gobiernos
presididos por el compañero Carlos Andrés Pérez tuvieron trascendencia continental,
habida cuenta del progreso y el estado de bienestar que logró nuestro pueblo
durante sus dos mandatos. El pleno empleo, los índices de desarrollo económico
de Venezuela, que llegaron a considerarse uno de los más altos del mundo, su
compromiso con los trabajadores al impulsar una legislación que garantizó la
estabilidad en el trabajo, la nacionalización del hierro y el petróleo, la
PDVSA que fuera en una época orgullo nacional y ejemplo de empresa estatal
exitosa, el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho y el Sistema de Orquestas
Infantiles y Juveniles se cuentan entre las obras más trascendentes de sus
gobiernos, además de su lucha de toda la vida por instaurar y preservar la
democracia en Venezuela.
Hoy, día de su
cumpleaños, queremos recordar las palabras que pronunciara cuando tuvo que
dejar el poder por la confabulación anti democrática de un extraño matrimonio
morganático de sectores de la derecha atrasada con prominentes líderes de la
izquierda nostálgica del pasado guerrillero que fueron derrotados, ambos
sectores, por Carlos Andrés Pérez cuando ejerció como Ministro del Interior del
gobierno del compañero Rómulo Betancourt. Esos mismos que conspiraron en su
contra y lograran desalojarlo del sitial a donde lo llevaron los venezolanos en
libérrimas elecciones. Esto dijo Pérez en palabras que lo enaltecen ante la
HISTORIA (así con mayúsculas):
“Ninguna conspiración, ninguna
confabulación por variada y poderosa que sea, ninguna conjura me arrancará del
alma del pueblo venezolano. Para él he vivido, por él he luchado de manera
denodada. Por él continuaré luchando. Más temprano que tarde comprenderán que
he actuado con la conciencia más cabal y más plena de que opté por el camino
más conveniente. El futuro dirá y lo dirá muy pronto, si he actuado con razón,
si hemos interpretado correctamente el momento y las circunstancias del país.
(…) No me perdonan que haya sido dos veces Presidente de la República por
aclamación popular. No me perdonan que sea parte consustancial de la historia
venezolana de este medio siglo. No me perdonan que me haya enfrentado a todos
los avatares para salir victorioso de ellos. No se me perdonan mis errores ni
mis aciertos. Pero aquí estoy: entero y dedicado a Venezuela. Consagrado con
pasión hoy, como ayer, al servicio de los venezolanos. De los que me apoyan, de
los que me adversan y de los que tienen dudas. Aquí estoy. (…) Mi pasión, mi
interés, el incansable quehacer me ha caracterizado y el coraje que he
demostrado en los momentos más disímiles siempre han estado al servicio de
Venezuela. A lo largo de toda mi vida, desde que era apenas un adolescente, he
consagrado mi existencia a los grandes intereses de nuestro pueblo. A ustedes
he consagrado mi destino. Quiera Dios que quienes han creado este conflicto
absurdo no tengan motivos para arrepentirse”.
Estas palabras deben
servir a los venezolanos para medir la grandeza del espíritu democrático que
siempre caracterizó a nuestro compañero Presidente Carlos Andrés Pérez, un
hombre que durante toda su vida trabajó por el engrandecimiento de Acción
Democrática, por elevar a su país a los más altos niveles de desarrollo humano,
económico y social y por haber sido un combatiente denodado contra cualquier
forma de totalitarismo en América Latina. El balance de su obra, en esta hora
aciaga para Venezuela, lo reivindica ante la historia.
@EcarriB
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