COLUMNA DE ANTONIO ECARRI BOLÍVAR.
Nuestra política es para los
trabajadores
Acción
Democrática nació como iniciativa de solidaridad con los más débiles. Así lo
expresaba nuestro Secretario general en la clandestinidad, Leonardo Ruíz
Pineda, quien pagó con su vida el resteo suyo y la de nuestro partido con los
preteridos de nuestra tierra: “Somos un partido policlasista (…) Dentro de esta
empresa tienen su puesto de acción todos los venezolanos anhelosos de
honestidad administrativa, paz económica y social, nacionalismo económico,
democracia agraria, progreso industrial, ejercicio de libertades públicas y
soberanía popular”. Esa definición la hemos enriquecido con el tiempo, pero se
mantiene inalterable en lo medular: nuestra solidaridad con los trabajadores y
con “el progreso industrial”. Estos son temas irrenunciables para nosotros, por
ello a nadie debe extrañarle que la seccional de AD en Carabobo haya aceptado
dialogar con el gobernador de esa entidad, Francisco Ameliach Orta, para tratar
de frenar el proceso de desindustrialización que amenaza con dejar sin empleo a
más de cien mil (100.00) trabajadores que laboran para las empresas de la
otrora “ciudad industrial de Venezuela”.
En efecto,
El gobernador recogió el guante que lanzamos y aceptó el diálogo que propuso
AD, por lo que hubiese sido una postura irracional e incomprensible si no
acudíamos a la cita. A la reunión concertada y celebrada en la gobernación de
Carabobo, acudimos: el Secretario General de AD en Carabobo. Dr. Rubén Limas,
nuestra Secretaria de Organización y Concejal de Valencia Dra. Mariela
Domínguez de Rojas y quien esto escribe. Estuvieron presentes, además, el
Presidente de Pequiven, Saúl Ameliach Comisionado del Gobernador para las
relaciones empresariales y los Presidentes de las empresas General Motors, Ford
Motors Company, Chrysler de Venezuela, Axalta, Bridgestone Firestone, Danaven,
Encava y los Presidentes de las Cámaras de Industriales y el de los Fabricantes
Venezolanos de Productos Automotrices (FAVENPA).
Justificamos
nuestra participación y propuestas al informarles que fue en el gobierno del
compañero Rómulo Betancourt cuando se dio inicio a la política de sustitución
de importaciones que generó, en consecuencia, la industrialización de
Venezuela. Esta política fue aprovechada por un Concejo Municipal pluralista,
con sentido patriótico y no menos pragmático, que logró armonizar esa política
nacional con ordenanzas que motivaron el traslado de empresas a Valencia, donde
además de los incentivos fiscales se les vendió, a precio simbólico, más de 8
mil hectáreas de terrenos que conformaron así la zona industrial más grande de
Venezuela y América Latina.
No es casual
que las dos grandes avenidas que conducen a la zona industrial lleven los
nombres de Humberto Celli y Henry Ford. El primero, uno de los concejales
adecos más preocupado por la creación de empleos en toda nuestra historia y, el
segundo, porque la Ford Motors fue la pionera entre las industrias en llegar a
Valencia.
El
gobernador Ameliach prometió plantearle al presidente de la República estas
inquietudes y la necesidad de resolverlas de inmediato y le llevó nuestra
primera exigencia: congelar la importación de más de 13 mil carros chinos y las
solicitudes de despido masivo, porque ambas son contradictorias si es que
ciertamente se va a reactivar el aparato productivo. El Presidente
anunció, por cadena nacional, que aceptaba éstas y todas las demás propuestas
del gobernador para reactivar el plantel industrial.
El gobierno
tiene la palabra y a nosotros nos corresponderá ahora hacerle seguimiento con
“Contraloría Social” junto a los trabajadores. Hagamos votos para que este
desastre no ocurra. De lo contrario, este gobierno cerrará las puertas del
futuro para sí, pero también para Venezuela. Esto último es lo que nos
preocupa.
Finalmente,
a los radicales de ambos sectores les decimos: Si ser solidarios con los
trabajadores es un error de AD…permítannos seguir equivocándonos, porque… ¡no
vamos a renunciar a ese derecho!
@EcarriB
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