HOMENAJE
PÓSTUMO A TRES GRANDES.
Pocas veces se da en la vida la coincidencia de la
pérdida de tres importantes representantes de las manifestaciones culturales en
un mismo día. Las muertes de Mayra Alejandra, Gabriel García Márquez y José “Cheo”
Feliciano, llenaron de una profunda tristeza a Latinoamérica y al mundo de las
artes, la cultura y el espectáculo. La tristeza y soledad de Macondo no durarán
solo cien años, ahora será más grande, pues no se sentirá el olor de la guayaba
mientras por sus calles, coroneles y perros con ojos azules deambularán sin
tener quien les escriba. Un poco más allá, un General en su laberinto vivirá el
otoño del patriarca, recordando sus vivencias en aquel verano feliz junto a la
señora Forbes, el amor en tiempos del cólera, o las peripecias de Miguel Littin
cuando clandestinamente estuvo en Chile y mientras veía de cerca al dictador,
rememoraba las crónicas de una muerte anunciada. Pero el dolor será más fuerte cuando
sus habitantes intenten calmarse viendo las novelas, pues los canales guardarán
luto por la pérdida de una Dama de la actuación y tendrá que esperar que algún
dueño de esos medios se decida a retransmitir las películas “Carmen” o “Manón”;
o, simplemente autorice la reposición de los capítulos de Leonela. Al
sintonizar la radio, se oirán las lágrimas de Juanes albañiles que en un entierro de gente pobre despedirán a Anacaona
y a Salome, y hasta gatos y ratones, estarán en esa escena imaginaria
acompañando a una Amada Mía, que a pesar del llanto cantará porque se “Canta si
aliviar quieres tu dolor”. Así, en cada pueblo al igual que en Macondo, se vivirán situaciones similares y no faltara
quien en un altarcito coloque al lado de la imagen de Jesús, las fotos de Mayra
Alejandra, García Márquez y Feliciano, para tenerlos vivos en su recuerdo y
observar como unas mariposas amarillas de vez en cuando se posarán en las fotos
para bendecirlos y cuidarlos. Paz a sus restos.



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