LA OPINION DE EDUARDO FERNÁNDEZ.
Cambio económico
La semana pasada comenté algunos aspectos del cambio
político que debe operarse en el país para salir de la crisis que nos agobia.
Ahora quisiera hacer algunas reflexiones sobre el
cambio económico. Lo que hay que hacer en materia económica es muy fácil: hay
que hacer exactamente lo contrario de lo que se ha venido haciendo en los
últimos 15 años. Hay que producir en lugar de importar. En los últimos 15 años
se ha destruido el aparato productivo del país. Ahora hay que reconstruir el
aparato productivo.
Hay tres conceptos básicos que debemos tomar en cuenta
para alcanzar el cambio en el área económica. Esos conceptos son diálogo,
confianza e inversiones. Venezuela necesita diversificar su economía. En lugar
de importar, debemos producir. Producir para atender las demandas del mercado
interno y no gastar nuestras divisas en comprar fuera lo que podemos producir
aquí. Y producir también para diversificar nuestras exportaciones y no
reducirnos a la condición de país monoexportador, que es lo que somos
actualmente.
Para producir más y mejor, se necesitan inversiones. Inversiones públicas e inversiones privadas, pero principalmente inversiones privadas. Los recursos públicos deben orientarse a atender gastos de educación, de salud, de servicios públicos y de infraestructura. Lo que necesitamos desesperadamente son inversiones privadas que ayuden a tres propósitos: diversificar la economía, generar riquezas para todos y, sobre todo, generar empleo para todos.
Para que existan inversiones, se necesita confianza. El Gobierno se ha esmerado en destruir la confianza de los inversionistas, nacionales e internacionales, en la economía venezolana.
Las inversiones nacionales e internacionales que requerimos para la reactivación de nuestro aparato productivo las vamos a atraer en la medida en que garanticemos respeto a las reglas del juego y a la propiedad.
Para producir más y mejor, se necesitan inversiones. Inversiones públicas e inversiones privadas, pero principalmente inversiones privadas. Los recursos públicos deben orientarse a atender gastos de educación, de salud, de servicios públicos y de infraestructura. Lo que necesitamos desesperadamente son inversiones privadas que ayuden a tres propósitos: diversificar la economía, generar riquezas para todos y, sobre todo, generar empleo para todos.
Para que existan inversiones, se necesita confianza. El Gobierno se ha esmerado en destruir la confianza de los inversionistas, nacionales e internacionales, en la economía venezolana.
Las inversiones nacionales e internacionales que requerimos para la reactivación de nuestro aparato productivo las vamos a atraer en la medida en que garanticemos respeto a las reglas del juego y a la propiedad.
La reactivación de la economía supone establecer mecanismos confiables de diálogo tripartito, entre el sector público, el sector privado y los trabajadores organizados.
Sin diálogo, no habrá confianza; y sin confianza, no habrá inversiones; y sin inversiones, no habrá producción sino escasez.
Seguiremos conversando.
@efernandezve

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