Artículo de Leopoldo Puchi.
Desde la Sala Situacional.
VOTO RAZONADO.
Nicolás Maduro ha solicitado una Ley
Habilitante para enfrentar la corrupción y la situación económica por la que se
atraviesa. En materia económica el andamiaje legal es endeble en relación con
aspectos como el sistema financiero, las importaciones y el manejo de las divisas.
En lo que se refiere a la corrupción, puede afirmarse que ya existen los
instrumentos legales para hacerle frente.
HABILITANTE
De tal manera que, desde un punto de vista de la valoración estricta de las necesidades de instrumentos legales, la oposición pudiera objetar una habilitante en lo referente a la corrupción. Sin embargo, hay que hacer notar que las habilitantes tienen un componente jurídico y otro de carácter político, equivalente al voto de confianza de los sistemas parlamentarios.CORRUPCIÓN
El acto político de condena a la corrupción responde a un interés colectivo, suprapartidista. Es absurdo argüir, como se ha hecho, que “no es un tema prioritario en las encuestas”, y despachar el asunto calificándolo de “pote de humo”. Así que, la oposición pudiera, desde ese punto de vista político, estudiar alguna forma de respaldar la iniciativa de lucha contra la corrupción.
TÁCTICA
Al fustigar la corrupción roja y a la boliburguesía, Maduro dejó las puertas abiertas a la oposición para un movimiento táctico de alto vuelo, que pudiera ir desde la reconsideración de la propuesta hasta un voto razonado favorable. No se trataría de un cheque en blanco, sino de la reafirmación de principios y la elaboración de un discurso con parámetros para evaluar la conducta presidencial.
De tal manera que, desde un punto de vista de la valoración estricta de las necesidades de instrumentos legales, la oposición pudiera objetar una habilitante en lo referente a la corrupción. Sin embargo, hay que hacer notar que las habilitantes tienen un componente jurídico y otro de carácter político, equivalente al voto de confianza de los sistemas parlamentarios.CORRUPCIÓN
El acto político de condena a la corrupción responde a un interés colectivo, suprapartidista. Es absurdo argüir, como se ha hecho, que “no es un tema prioritario en las encuestas”, y despachar el asunto calificándolo de “pote de humo”. Así que, la oposición pudiera, desde ese punto de vista político, estudiar alguna forma de respaldar la iniciativa de lucha contra la corrupción.
TÁCTICA
Al fustigar la corrupción roja y a la boliburguesía, Maduro dejó las puertas abiertas a la oposición para un movimiento táctico de alto vuelo, que pudiera ir desde la reconsideración de la propuesta hasta un voto razonado favorable. No se trataría de un cheque en blanco, sino de la reafirmación de principios y la elaboración de un discurso con parámetros para evaluar la conducta presidencial.
ESTRATEGIA
Una decisión política de este tipo permitiría replantear un nuevo marco de la lucha dentro del sistema, en la dinámica de pugna y cooperación de sus actores. Pero, como se sabe, toda táctica depende de la estrategia. Si la orientación general es acumular fuerzas hacia las parlamentarias de 2015 y las presidenciales de 2019, no sería absurdo analizar la posibilidad de un voto razonado. Ahora, si la estrategia es deponer al Presidente, tal como lo ha señalado María Corina Machado, no sería una decisión adecuada, porque es una línea de confrontación. Le corresponde a la MUD precisar cuál es, finalmente, su táctica y su estrategia.

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