Columna de Rafael Rodríguez Olmos
La peligrosa coyuntura
Entre
la oposición que es muy torpe y el gobierno que no lo es menos, las cosas se
están complicando peligrosamente. Y aunque todos coincidimos en que es menester
establecer reglas del juego para salir del atolladero, lo cual no puede hacerse
sin diálogo, el gobierno debe entender que lo cortés no quita lo valiente,
sobre todo cuando tiene claro que la oposición no quiere diálogo. Debe en
consecuencia, ser duro en su enfrentamiento con la oposición; o para decirlo de
manera más prístina, con vastos sectores de la oposición que están llamando
descarada y abiertamente a la subversión.
Ya
sabemos que desde la Asamblea Nacional, Henry Ramos está viviendo sus otros 15
minutos de fama, solo que quiere pasar a las páginas de la historia como el
hombre que sacó a Maduro del poder. Es decir, hay un enfrascado empecinamiento
en sacar a Nicolás de la presidencia, cuando ese no debió ser –desde un
principio- el objetivo de ese parlamento. Esta vez están más obtusos que nunca,
toda vez que ya no tienen ofertas que hacerle a sus seguidores –que por cierto
no son siete millones como creen- y se les acabaron los argumentos para
intentar poner a la gente en la calle a protestar contra el gobierno. Y
deberían hacerle caso a las encuestas, porque en este momento, todas dicen que
han perdido puntos en la atención de los venezolanos, que si bien no ven
salidas reales en los planteamientos del gobierno, tampoco la están viendo en
la oposición.
Pero
hay un elemento realmente peligroso en todo este dificilísimo panorama del
país. Realmente es la conjugación de varios elementos: precios del petróleo en
el suelo sin aspiraciones remotas de que suban, ausencia de posibilidades de
resolver los graves problemas del agua y la luz, una peligrosísima organización
de bandas delictivas que se están apropiando del país, incluidos los
paramilitares y sus muy angustiosas conexiones con militares; y la terrible
acción de la redes sociales que cada vez están no solo más ofensivas, sino más osadas,
convocando a asesinatos de chavistas y generar actos de violencia, aunque
después no sepan qué hacer con los resultados.
Es
decir, es una oposición que por no tener propuestas, por no entender al país,
por no saber de qué se trata esta coyuntura y por no concebir un proyecto de la
construcción de una nación en alguna dirección, está ciega, dando pancada de
ahogados, tratando de asirse del último recurso que les queda, pero al mismo
tiempo escurriendo el bulto, para no pagar los muertos que vendrán después del
berenjenal.
Esta
oposición, que ha hecho todo mal desde el principio, y que ahora tampoco
convence a un vasto sector de sus seguidores, tiene ahora el hándicap además de
estar a punto de colapso pues no hay coincidencias con el tema de las elecciones
de gobernadores. Aunque todo indica que se suspenderán, luego de las elecciones
del 6D, hubo un reagrupamiento de los grupos y grupúsculos a fin de reordenar
sus cuotas de poder y reclamar lo que suponen les pertenece. Como me explicaba
un amigo de la oposición, “si ganamos dos gobernaciones, con nuestros diputados
en la AN sería una cuota de poder importante para negociar tanto con el
gobierno como con los sectores poderosos del país”. Nunca había escuchado un
análisis tan elemental y tan carente de imaginación.
El
tío Miguel, quien tenía una precisión envidiable de las cosas que decía (por
cierto, como hubiera aprendido Chávez con él) siempre insistía en la claridad
política para actuar. “No es posible –me explicaba- que usted dé un paso sin
saber qué tiene planeado, incluso con una segunda variable en la mano,
previendo lo que en política es impredecible. La política es un difícil ajedrez
que no se puede jugar a caprichos. Recuerde a Lenin: dos pasos adelante, uno
atrás. En esa extraordinaria frase, está el secreto de saberse contornear en
los momentos complejos. Si se va en línea recta, se estrellará, pero si siempre
agarra curvas, también se va a estrellar. Quiero decir sobrino, que en política
siempre deberá negociar, pero también debe saber cuándo negociar no es lo
correcto, sino que es un error”.
A
veces me pregunto por qué el Tío Miguel no fue alguien con poder de decisión en
este país. Y desde hace dos años me entró en la cabeza el pensar qué hubiera
hecho Chávez junto a él. Es de esas muertes que siempre van a doler por la
incertidumbre de saber qué habría hecho en circunstancias como esta. No es
dialéctico eso, pero son preguntas, las dudas de la que estamos llenos los
seres humanos.
Volviendo
a los hechos, no hay duda de que estamos en una peligrosa encrucijada. Creo que
el gobierno perdió el control de las calles. El hampa se desbordó. No solo
tienen fusiles, ametralladoras y granadas, sino que imponen toques de queda en
los barrios del país. Y obviamente que eso es culpa de un gobierno que no tiene
bolas.
Pero
por otra parte, la oposición insiste en no entender que está jugando con
candela y que esas torpezas que está cometiendo, les será muy difícil de
recoger más adelante. Y ambos sectores deberían saber que si Rondón sale a la
calle, pagarán todos, los de un lado y los de otro, hasta que aparezca el
“glorioso” ejército y masacre a la gente.
No
existen posibilidades, o medias posibilidades o pocas posibilidades. El país
está esperando hechos concretos de ambos lados, y no una instigación a la
violencia que no va a dejar camino por ningún lado. Eso, antes de que el
destino nos alcance.
Caminito
de hormigas…
Esa
Asamblea Nacional está tan jodida y carente de
seriedad que un tipo como Ismael García es miembro de la Comisión de
Contraloría. Hay que tener bolas para eso, y cinismo de parte de él… Increíble. El nuevo presidente de
Agropatria es un poderoso contratista del Estado… Hace dos semanas, quemaron 85 cajas
de pollo en el Mercal de Guacara. ¿Hay algún preso por esa irresponsabilidad,
que más bienes un asesinato?... El
miércoles 16 fue la reunión de los comuneros en la aldea Hugo Chávez.
Por lo menos los de Negro Primero debieron pararse a las cuatro de la mañana
para llegar a la hora. Pues a la 10 de la mañana, Ameliach dijo que no podía
asistir, aunque era su obligación por orden de Maduro… No puede ser que no haya nadie más
para ocupar el cargo de presidente de Movilnet, los mismos errores de Chávez.
Otra vez Jacqueline Farias. Por el amor de Dios, coño, hasta cuándo… Recomiendo
ver el video El Fin dela humanidad. Es excelente
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